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  • El diseñador Juan Vidal propone una mujer elegante con sombreros...

    El diseñador Juan Vidal propone una mujer elegante con sombreros y pieles como complementos esenciales para las bajas temperaturas.

  • Una modelo luce un diseño de Amaya Arzuaga, que apuesta...

    Una modelo luce un diseño de Amaya Arzuaga, que apuesta por las faldas, de diferentes largos, para combatir el frío con feminidad.

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    Las sudaderas vuelven a ser la prenda fetiche de la diseñadora Ana Locking para el próximo invierno.

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Con el objetivo de complacer a un consumidor aterido de frío por los temporales en Estados Unidos y Europa, los diseñadores dibujan prendas cálidas, adaptadas en códigos “casual” y teñido de vivos estampados, que combatirán el temporal el próximo otoño/invierno con alegría.

AL ABRIGO DE LA PASARELA.

En esta clave abrigada, las capas inspiradas en la tradición española, los trajes sastres y los materiales confortables y cálidos como la piel, el cuero, la lana y el algodón, son las claves para desentrañar las propuestas vistas en la última edición de la Mercedes-Benz FashionWeek Madrid, que poblarán los armarios del próximo año.

Amaya Arzuaga por ejemplo, último Premio Nacional de Moda en España y que también desfila en París, ha partido del despliegue de las alas de un pájaro para revisitar la capa española, combinada, eso sí, con faldas que suben y bajan gracias a sus conocidos patrones de volúmenes. Formas a los que da vida con materiales suaves como la lana y el cuero, en tonos nude, marrón chocolate, negro y algún que otro estampado caleidoscópico.

También en esta clave se ha movido Agatha Ruiz de la Prada, que ha inaugurado una exposición en Perú y en breve se sube a la pasarela de Miami, y que ha buceado en sus archivos de corazones, flores y besos, para dar vida a algodones y neoprenos que protegen del frío con su habitual lenguaje alegre.

Es una de las pocas que no ha recurrido a la pieles de zorro, mutón o astracán, un recurso sofisticado que esta temporada ha rejuvenecido teñido de verde oliva, como la propuesta de Juan Duyos, o multicolor como el abrigo que inauguró el desfile del joven Juan Vidal, que recibió por segundo año consecutivo el premio a la mejor colección.

El diseñador optó por un binomio en negro y carmesí de faldas de vuelo, camisas de napa y jerséis amplios de punto que, acompañados por sombreros de ala ancha, convertía a sus modelos en firmes candidatas para asistir a una de las míticas fiestas de Studio 54.

EL DESIERTO EN EL PUNTO DE MIRA.

Las diseñadora Ana Locking y la firma de lencería Andrés Sardá, han tomado un avión y trasladado su pasarela a las Vegas y al “Far West”, en un viaje del que han resultado dos de las más solidas propuestas de la 59 edición de la mayor pasarela española.

La diseñadora ha trazado una colección con paradas en el desierto de Texas, el parque Yosemite, el Cañón del Colorado y la meca del cine, Los Ángeles. Todo ello tejido en una serie de prendas abrigadas, atractivas, ponibles y dirigidas a un consumidor urbano y cosmopolita.

Sudaderas -su prenda fetiche- decoradas con paisajes americanos, notas “cow boy” en prendas vaqueras, estampados que parecen firmados por indios arapahoes y brillos que teletransportan a las noches de Las Vegas, son las notas musicales con que confecciona una sinfonía de prendas que ha bautizado como “American Landscape”.

En Las Vegas también ha tenido su origen la colección de lencería de Andrés Sardá, un auténtico canto al “carpe diem”, cargado de transparencias, lentejuelas, encajes y plumas, que sirven para acompañar un día en la ciudad del juego, comenzando con una cena-espectáculo y acabando en una boda al estilo ‘Elvis’.

“La vida hay que vivirla en clave de fiesta”, ha señalado Nuria Sardá, que ha dibujado una colección de lencería como si de una fiesta de color, sensualidad y música se tratara.

En esta misma línea, María Escoté ha cogido la moto, y Harley-Davidson en mano, ha dibujado una colección con una alta dosis de feminidad y atrevimiento, formada por vertiginosos escotes y siluetas ajustadas, iluminadas por llamaradas y estrellas de “sheriff “kitsch” que tanto gustan a la cantante Miley Cyrus y Katy Perry, dos de sus más fieles compradoras.

CON LA MENTE EN EL FRÍO INVIERNO.

Roberto Verino ha preferido ofrecer prendas terrenales y muy abrigadas que invitan al confort. En esta ocasión, el diseñador ha reivindicado el trabajo artesanal, la sabiduría de las modistas y la creatividad de los diseñadores con una colección que pone en escena el saber vestir de Audrey Hepburn y Jackie Kennedy, “mujeres que abanderaron una elegancia sencilla”.

Así, y partiendo de la alta costura, Verino ha mostrado una colección realista y con sello propio en la que las capas, los vestidos cortos, trajes de chaqueta, gabardinas y chaquetones confeccionados en tejidos tan clásicos como el príncipe de gales, son los protagonistas.

Los diseñadores Víctor Rodríguez y José Luis Media, alma mater de la firma Victorio&Lucchino, han presentado una mujer con prendas teñidas de negro y salpicadas con unas delicadas pinceladas violaceas, tierras y mostazas.

Como novedad, los sevillanos, que muy pronto desfilarán en territorio chileno, han modificado su tradicional patronaje y han presentado una silueta despegada del cuerpo femenino que impera en vestidos con diferentes largos.

Para la noche, los diseñadores, que cuentan con puntos de venta en Nueva, York, Colombia y Chile, se han reservado los cortes asimétricos en propuestas largas que combinan con zapatos planos. Se trata de la segunda vez que utilizan este tipo de calzado, como han detallado ambos.

JOYAS, OTRO ABRIGO POSIBLE.

Que las joyas son algo más que un complemento es lo que la firma Aristocrazy ha puesto de manifiesto durante la pasarela madrileña. Joyas contemporáneas, barrocas y de grandes dimensiones son las elegidas por esta casa para dotar de poder y seguridad a la mujer.

Bajo la dirección creativa de Juan Suárez, de la firma de joyas Suárez, Aristocrazy proponen piezas formadas por rosas, plumas, gárgolas, cuernos y elementos “punk” en collares, brazaletes, anillos y pendientes.

Pero el espectáculo va de la mano con los diseños de Suárez con los tradicionales oro y plata, que le sirven para armar joyas poco convencionales como las hombreras-joya, los anillos articulados que cubren el dedo entero, los corsés metálicos a modo de armaduras o los collares-babero que cubren todo el pecho. Piezas que van más allá del concepto tradicional y con las que, por qué no, combatir las bajas temperaturas.

EFE-Reportajes.