Una extrema sensibilidad en la piel provoca que cuando llega el frío la irritación y la escamación se concentren en pómulos, frente y en los pliegues de la nariz. Un buen maquillaje puede soterrar este molesto inconveniente, pero hay que combatirlo para evitar picores y sequedad en la piel.
Los laboratorios de la Roche Posay tiene una dilatada experiencia en el cuidado de pieles sensibles. Sus especialistas indican que existen factores internos como un ritmo de vida acelerado, las emociones o la herencia como factores que tienen mucho que ver en ello.
Las rojeces pueden aparecer en personas que tienen una piel vasorreactiva y esta característica puede ser hereditaria.
Por otra parte, el envejecimiento de la piel tiene una incidencia directa. A partir de los 25 años, la piel tiene tendencia a ser más reactiva y a manifestar sensaciones de enrojecimiento.
La firma Avène asegura que las rojeces son una de las afecciones de la piel que generan más preocupación. Las encuestas llevadas a cabo en los países con población mayoritariamente blanca, muestran que entre el 5 por ciento y el 10 por ciento de los adultos sufren esta incomoda coloración.
Manuel López, director de comunicación de los laboratorios Avène, indica que hay que aprender a reconocer las rojeces fugaces de las permanentes.
BROTES FUGACES Y PERMANENTES.
Los brotes fugaces están provocados por el frío, el viento, una comida condimentada o una emoción, pero minutos después el aspecto vuelve a la normalidad.
Los brotes permanentes provocan que los capilares del rostro se dilaten rápidamente y luego vuelvan a la normalidad. “A la larga las rojeces se hacen permanentes, sobre todo en la zona de las mejillas; es la llamada eritrosis”, comenta López.
En este caso los capilares sanguíneos se dilatan y después, además puede aparecer la rosácea que supone una hipertrofia de las glándulas sebáceas, circunstancias que requieren una consulta médica.
En todas las situaciones una higiene adaptada es fundamental, además de evitar todo lo que pueda estimular la vasorreactividad de la piel, protegerla del sol y de las agresiones climáticas es también uno de los pasos fundamentales.
El agua termal de Avène tiene efectos inmediatos, pero además su formulación Antirougeurs Calm con sulfato de dextrano descongestiona y facilita la microcirculación cutánea con extracto de Ruscus que unido a la Hesperidina Metil Charcona calma la sensación de calor.
La firma aconseja adaptar la textura de la crema a los cambios de temporada: en general más rica en caso del clima frío y más ligera en climas cálidos.
Los fluidos limpiadores se adaptan a la piel con una textura muy ligera lo que aporta bienestar y una sensación fresca a la piel.
CONSEJOS BÁSICOS.
Para conseguir que la piel no se irrite conviene seguir unas buenas prácticas que consisten en evitar los platos demasiado calientes, demasiado especiados y las bebidas alcohólicas o excitantes como el café.
Las insolaciones o la exposición al sol sin protección tampoco son beneficiosas.
A diario en la piel hay que utilizar productos suaves que se puedan aplicar con los dedos además de dermocosmética adaptada calmante y desensibilizante.
La Roche Posay aconseja neutralizar las rojeces con un aporte extra de vitamina C, que fortalece la pared de los capilares sanguíneos y vitamina B para fortalecer la piel y protegerla de los agentes irritantes externos y los cambios de clima.
