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Varios modelos desfilan por la pasarela con creaciones de la colección primavera-verano de 2015 del diseñador italiano, Riccardo Tisci, de la firma Givenchy, durante la segunda jornada de la Semana de la Moda Masculina de París, Francia, el 27 de junio del 2014.
Varios modelos desfilan por la pasarela con creaciones de la colección primavera-verano de 2015 del diseñador italiano, Riccardo Tisci, de la firma Givenchy, durante la segunda jornada de la Semana de la Moda Masculina de París, Francia, el 27 de junio del 2014.
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París, 27 jun (EFE).- Más fresco, joven y desenfadado, así es el nuevo Loewe de Jonathan Anderson, como quedó patente hoy en el debut del director creativo de la firma en la Semana de la Moda Masculina de París, en la que Margiela rompió la simetría de los pantalones y Cerruti se fue de largo.

Anderson se sumergió en la historia de la firma madrileña para recuperar su “esencia” y llevarla con “un toque de humor” hacia un lujo alejado de formalismos, como explicó a EFE en su “showroom” del sexto distrito de París.

Por ello, concibió una colección de hombre de primavera-verano con camisas largas y desiguales, pantalones pesqueros oscuros con una vuelta ancha en blanco, camisetas con un gran remiendo de cuero negro y jerséis con motivos inspirados en el juego Meccano.

Junto a los diseños para hombre, Anderson presentó una colección “cápsula” de accesorios que se incorporan al universo de Loewe, como divertidos broches, o que regresan a primera plana, como mantas de lana o calzado.

Anderson confesó que España le ha “cautivado” y que el estilo de vida del país donde fue fundada Loewe le ha inspirado para diseñar prendas desenfadadas con las que competir en un mercado global.

Este joven modisto norirlandés se propone liderar una modernización de la casa a varios niveles, similar a la que el arquitecto Javier Carvajal impulsó en los años sesenta con los diseños de las nuevas tiendas.

La moda masculina es una de las especialidades de Anderson, puesto que fue la primera que desarrolló con su propia marca, y representa un valor seguro para el regreso de Loewe a la Semana de la Moda, de la que permaneció ausente un año, desde la presentación de la última colección del antiguo director creativo, Stuart Vevers.

Las prendas de Maison Martin Margiela caminaron sobre unas zapatillas de suela de madera por una pasarela instalada en la Universidad Pierre y Marie Curie.

El misterioso equipo creativo que asumió las riendas de la casa en 2009 y que nunca se ha presentado públicamente, dio una nueva muestra de su creatividad al imaginar unas ajustadas camisetas transparentes con bordados de lentejuelas que sobresalieron como tatuajes.

Margiela jugó a la asimetría con las perneras de los pantalones: una corta en gris jaspeado convivió en el mismo modelo con otra larga negra, o una de “patchwork” de vaqueros con otra de vestir.

La firma llegó a considerar que no era necesario llevar parte de abajo y un modelo desfiló con las piernas descubiertas, ataviado sólo con un jersey y un abrigo.

Los tejidos iridiscentes y los toques cobrizos, yema o teja iluminaron una colección que se apoyó en el blanco, negro, gris y beis.

Los pantalones deportivos, las camisetas de tirantes, las cazadoras de cuero y los calcetines gruesos, como calentadores, fueron otras de las claves del verano de Margiela.

La firma italiana Cerruti presentó hoy en la Plaza Vendôme una colección de aires orientales, estadounidenses y británicos.

Aldo Maria Camillo, director artístico de la marca, trabajó las camisetas y camisas largas como lienzos sobre los que imprimir artísticos y rompedores estampados.

Los pesqueros se movieron holgados sobre los tobillos, que quedaron cubiertos bajo lo que podían ser unos “leggings” o unos calentadores, una duda que no se podía resolver a simple vista por lo que dejó las interpretaciones abiertas.

Las bermudas se llevaron sobre otros pantalones en esta colección de infinitas superposiciones que, en ocasiones, hacía dudar de que fuera para la temporada estival.

Las partes de arriba “oversize” y los pantalones quimono o de corte zanahoria delimitaron siluetas triangulares que bajaron desde los anchos hombros hasta los pies.

Las americanas y los abrigos se afianzaron con seguridad sobre la pasarela y destacaron por sus colores, como el rojo cereza, o su estampado de cuadros “so british”, y porque se llevaron abiertos con descaro, a pesar de tener doble botonadura.

Los jerséis retro de instituto estadounidense fueron la alternativa a la chaqueta y sobresalieron los modelos con hojas de palmera en verde apagado, melocotón o beis. EFE