Los festivales de música florecen con el buen tiempo y con ellos una pregunta práctica, ¿qué ponerse? Camisetas con mensaje, “shorts” vaqueros, gafas de sol y sombreros son los imprescindibles para todo aquel que pretenda, además de disfrutar de la música, ser el rey del “postureo”.
No nos engañemos, ir a un festival de música sin acompañar los mejores momentos de un “selfie” (autorretrato realizado con la cámara del móvil o de la tablet) o de una foto en grupo es prácticamente inimaginable en la era de las redes sociales, que ponen de relieve nuestro afán de protagonismo y de “postureo” (pose un tanto forzada para salir bien en las imágenes tomadas con nuevas tecnologías).
Por eso el “outfit” (conjunto) es tan importante para acudir a festivales veraniegos como Coachella, en Australia, Primavera Sound, en Barcelona, Bilbao BBK Live o el festival con más expectación por antonomasia, el FIB de Benicássim, celebrado en la provincia de Castellón.
PARA CADA FESTIVAL, UN “LOOK”.
Cada uno de ellos reúne una nómina de artistas muy diferente, desde los grupos “indie” que se dan cita en Coachella o Primavera Sound hasta los artistas más “heavys” que acuden a Rock in Río (Madrid y Lisboa) a llenar de un mágico estruendo de guitarras el concurrido ambiente.
Festivales y estilos distintos, con esencias y orígenes igualmente dispares, requieren de “looks” apropiados que no desentonen, nunca mejor dicho, con la puesta en escena general.
El tejido “crochet” (en “tops”, pantalones cortos y faldas) es un básico de festivales “indies” que requieren aires bohemios, alternativos y que revisiten otras culturas a través de estampados étnicos o navajos, por ejemplo, que además son una de las tendencias esta temporada.
Las altas temperaturas que se viven en julio y agosto en conciertos y eventos musicales al aire libre, como el ya citado FIB de Benicássim, uno de los más internacionales, o los festivales más reverenciados por los amantes de la música “techno” y electrónica en España -Aquasella, en Asturias, o Monegros, en Aragón- invitan a utilizar un vestuario ligero con camisetas de “lycra” (más frescas que el algodón) y “shorts” vaqueros, que podemos deshilachar a propósito para darles un toque casual.
Los sombreros, las gafas de espejo o “vintage”, en tonos naranja, azul o rojo, las bandoleras (más cómodas que los bolsos) o las mochilas aportarán pragmatismo a unos estilismos que pueden ser “fashion” sin olvidar el mantra de todo concierto: la comodidad.
Las sandalias cangrejeras, inspiradas en las que utilizaban los veraneantes en los años 80 para cazar cangrejos en las rocas de la playa, han vuelto interpretadas con más sofisticación y pueden llevarse de concierto como alternativa a las clásicas sandalias abiertas que hacen el pie más vulnerable.
Para evitar males mayores -lesiones en el pie o cortes, por ejemplo- las botas camperas con tachuelas, con flecos o con cadenas son una apuesta segura y cómoda para brincar hasta el amanecer al ritmo de la música. Además, combinan bien con casi todas las prendas que nunca nos fallan en un concierto, como una camisa “oversize”, un vestido “vintage” floreado y cualquier artículo “demim” (vaquero).
La última tendencia para acudir a conciertos que, por celebrarse en zonas lluviosas o especialmente frías, pueden aguarnos la fiesta, es llevar botas de agua (¿quién puede olvidar a Kate Moss con botas Hunter en la mayoría de los conciertos a los que acude?)
Las faldas largas no son la mejor opción para ir un concierto, porque se pueden pisar; tampoco los bolsos de calle, que pueden sustituirse por bandoleras, mochilas y hasta por riñoneras “hippies” de cuero.
LOS COMPLEMENTOS, A DESTACAR.
La sencillez que requiere un estilismo festivalero se puede contrastar, como no, con unos complementos atrevidos como collares y pulseras grandes, en tonos flúor para que destaquen o diademas étnicas o de flores que transmitan un estado de paz y amor.
Dijo el filósofo Friedrich Nietzsche que “la vida sin música sería un error”. Ir a un concierto sin atender a los imperativos de la moda festivalera también sería un error si lo que se pretende es recolectar, “a posteriori”, “Me gusta” en Facebook.
Si uno solo va para disfrutar de la música y de los amigos, entonces solo hay un consejo por encima de todos: ir cómodo y hacer alarde de un estilo personal, sea el que sea.
EFE Reportajes.