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MODA: Diseñadora dominicana Anel Verna viste artistas de la talla de Eva Longoria y Roselyn Sánchez

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Nueva York, 18 jun (EFE).- La dominicana Anel Verna figura ya en la lista de las estrellas que lucen sus modelos que diseña en pleno centro de Nuevo York, desde donde se abre paso en el competido mundo de la moda.

Artistas como Eva Longoria, Roselyn Sánchez, Adriana Barraza, la India, José Alberto “El canario” y la fenecida Celia Cruz, así como reinas de belleza son algunas de las que han recurrido a los diseños de Verna, que nació en La Vega y creció en Bonao, en República Dominicana ,hasta los 12 años, cuando su familia se trasladó a Boston.

Anel Verna manifestó su interés por la moda desde su infancia que aprendió de su madre.

De niña gustaba dibujar los modelos que veía en revistas y alterar los modelos que su madre cosía a mujeres de la alta sociedad dominicana, recordó en conversación con Efe en su taller, rodeada de maniquíes, trajes, telas y fotos de diversas estrellas con sus creaciones.

“Aprendí viéndola a ella y jugando con las telas, vistiendo muñecas. Entonces empiezo a dibujar lo que las personas elegían de las revistas. Con un marcador los cambiaba, le ponía un botón extra o rayas y las personas preguntaban a mi madre por qué no se los había puesto, y ella decía que eso lo había hecho yo”, recordó.

“Entonces me empezó a gustar porque vi la reacción positiva y seguí con el interés de la moda hasta que empecé a hacer mis propias piezas sencillas a la edad de 13 años”, cuando ya vivía en Boston, indicó.

La pasión por la moda le llevó a especializarse en la universidad en Boston y dos años después de comenzar sus estudios, abrió una boutique con su madre para vender sus diseños.

“Nos llevamos un televisor a la boutique porque pensábamos que no iba a haber casi trabajo. La inauguramos con un desfile de mis diseños y al otro día llegó un montón de gente, fue un éxito completo”, señaló Anel, quien tiene una hermana gemela, Verna Anel, con quien ha creado su propia compañía.

Al terminar sus estudios se mudó a Nueva York, a donde viajaba constantemente a comprar telas y otros materiales para sus diseños, mientras que su madre y hermana trasladaron su residencia a Florida.

En Nueva York, siguió trabajando para sus clientes desde su hogar y fue entonces cuando logró mostrar sus diseños a la “reina de la salsa” Celia Cruz, cerca de dos años antes de su muerte.

“Logré enseñarle como 30 dibujos y le gustaron todos y le dije que lo más correcto era que empezáramos al menos con tres. Ella iba a mi apartamento en Manhattan”, recordó además Verna, quien poco después logró abrir su taller al que luego se acercaron la actriz Roselyn Sánchez, la Miss Universo 2001 Denisse Quiñones, Zuleika Rivera, Miss Universo 2006, y Tara Conner, Miss USA 2006, entre otras figuras.

La lista de quienes solicitaron sus diseños continuó ampliándose para incluir el concurso de “Nuestra belleza latina” y colaboraciones con la revista “People en español”.

Sus diseños, dice Verna, están dirigidos a una mujer que quiere ser clásica porque sabe que el vestido no es para una sola ocasión.

“Quiero que lo mantenga por varios años y que pueda volver a usarlo. Es unificar lo sencillo con el corte clásico pero usando detalles siempre como el bordado, los hilos, cristales y otro trabajo a mano”, explicó.

“Mi meta no son cosas que el año que viene ya no puedas usar, es que lo mantengas”, afirmó Verna, quien como latina, los colores brillantes están presentes en su trabajo.

Verna quiere que sus diseños puedan llegar además al público que no puede pagar por la alta costura, que ha puesto hace varios meses a su alcance a través de su página en internet “www.anelverna.com”, donde pueden pedir tallas grandes.

Para esta temporada, acaba de lanzar su colección de primavera-verano, inspirados en la ciudad de Punta Cana en República Dominicana.

La colección destaca la elegancia realzando los pequeños detalles y fueron confeccionados en los colores de la naturaleza que se encuentran en las playas, la arena, las palmeras, el sol de ese destino turístico, manteniendo la sencillez y usando fibras naturales como el lino y algodón.

La diseñadora usa también colores brillantes en sus modelos de alta costura porque opina que se necesita: “hay que salir del negro. He tratado que mucha de mi clientela no le tenga miedo al color”, concluyó. EFE