El Dr. Gary Small, director del Instituto de la Longevidad de la Universidad de California de Los Angeles (UCLA) escribió un par de libros: “La Biblia de la Memoria” y “La Biblia de una Larga Vida”.
En ellos expone una verdad muy simple que ha sido corroborada por las investigaciones de las neurociencias: “no te preocupes, ocúpate”, que, en otras palabras significa controlar la cantidad de estrés de una manera práctica, poniéndose a caminar y a organizar la vida personal.
Los trastornos de ansiedad, la depresión y el estrés crónico son los grandes asesinos de nuestra época con su fachada de enfermedades cardiovasculares y crónico-degenerativas (esas que nos matan de a poquito).
Lo curioso es que muchos de esos males estan basados en decisiones que tomamos todos los días, y no necesariamente en el DNA, en la influencia de los extraterrestres. Por eso, cada vez que se inicia un nuevo año hay que por lo menos plantear algunas recomendaciones que tienen sentido:
EXAMENES
Del colesterol, de la vista, del ritmo cardiaco, del cáncer… Dependiendo de la edad, es importante programar desde principios del año los exámenes que son necesarios para mantenernos de pié y lo más alejados de los hospitales posible. En la Salud Pública se sabe que la detección oportuna de enfermedades es la herramienta más importante para mejorar el pronóstico, y, lo que es más importante: corregir los malos hábitos de salud. En los Estados Unidos hay 30 millones de diabéticos (NIH), y el porcentaje de adultos con diabetes aumenta con la edad, alcanzando un máximo de 25.2% entre los mayores de 65 años. Si en la familia hay diabetes habrá que estarse revisando la sangre con más frecuencia, y, para quienes la padecen habrán de programarse exámenes de la vista periódicos.
DIETA
Comer bien cuesta, no comer bien cuesta más. Si usted se ahorra un dólar al comer mal, comida chatarra, probablemente pague cientos, y, a veces, de por vida. En este momento, hay “suficiente ciencia” que demuestra que los infartos y hasta algunas formas de cáncer están ligados en el tipo de comida procesada que se consume. Por poner un ejemplo, los flavonoides dominantes en las mandarinas que incluyen tangeritina, hesperidina y narirutina, vitamina C y beta-criptoxantina (un nutriente relacionado con el betacaroteno). Según algunos estudios in vitro, la tangeritina puede ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer. Por ejemplo, se ha demostrado que la tangeritina inhibe el crecimiento de las células leucémicas a través de la apoptosis (muerte celular programada), al tiempo que evita las células normales. (healwithfood.org)
EJERCICIO
El Dr. Andrew Weil lo dijo: el cuerpo se hizo para caminar, y el ejercicio más natural y noble es… caminar. El ejercicio activa el metabolismo, baja el estrés, fortalece tendones y músculos… Los beneficios no son solo para el cuerpo, sino para la mente. Las endorfinas (las drogas naturales del buen humor) se producen al hacer ejercicio. La automatización del trabajo y la tecnificación de la vida doméstica nos ha hecho muy sedentarios. Pero hay alternativas: parques, playas, gimnasios… Usted elija la forma de mantenerse activo (a). ¿No tiene tiempo, es caro?.. Piense que el coste diario del gimnasio es menos de lo que paga por un pasaje de autobus urbano. ¿Es una idea demasiado sofisticada?… No’mbre!… Ya los antiguos romanos los acostumbraban.
EDUCACION
Para el próximo año propóngase aprender algo nuevo, leer más, ser más juicioso en el uso de la Internet… Aunque hay muchas incógnitas aún acerca del deterioro mental en su versión del Alzheimer y la demencia, el Dr. Small y Dharma Sigh Khalsa (The Aging Brain) creen que una mayor actividad neuronal previene su deterioro. De hecho, en uno de sus libros, el Dr. Small propone algunos ejercicios de estimulación. Tan solo por nuestra salud mental, sería bueno que todos aprendiéramos un segundo idioma. La educación ¿es cara?… Mmm… las bibliotecas públicas son gratis, y muchos cursos son una inversión para que nuestro trabajo valga más.
ECONOMIA
Un viejo dicho chino dice: si quieres ser generoso, tienes que aprender a manejar tu economía. Desde los tiempos antiguos se sabe que no hay que gastar más de lo que se gana, y tener siempre a nuestros enemigos a la vista y bajo control: las deudas. En varias encuestas que se han hecho se ha encontrado que las fuentes de estrés más comunes en norteamerica son: una enfermedad prolongada, un divorcio, la pérdida de empleo, un presupuesto que no cubre los gastos básicos… Muchos saben que cuando hay severas limitaciones económicas en una casa, producto de ingresos insuficientes o adicciones incontrolables, el conflicto entra por la ventana, y, en el peor de los casos las crisis familiares. Saber controlar la economía doméstica permite no abusar del cuerpo con dobles turnos, dobles trabajos, etc., pero, además no sacrificar el descanso y el ejercicio que nos mantienen sanos.
Muchos dicen que ya “trabajan demasiado” como para hacer ejercicio. El problema es que muchos trabajos castigan solamente unos músculos (espalda, tendones…), y este, generalmente se hace bajo estrés.