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RELIGION Y SOCIEDAD: Católicos y luteranos firman declaración para favorecer acogida de inmigrantes

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Malmoe (Suecia), 31 oct (EFE).- El papa Francisco y el presidente de la Federación Luterana Mundial, Munib Younam, firmaron hoy una declaración conjunta en la que se comprometieron a trabajar para que se acoja a los inmigrantes y en la que rechazaban todo tipo de violencia en nombre de la religión.

Francisco viajó hoy a Suecia para participar en los actos conmemorativos del 500 aniversario de la Reforma protestante y tras la ceremonia de oración conjunta celebrada en la catedral de Lund, se firmó una declaración de intenciones.

“Nosotros, luteranos y católicos, instamos a trabajar conjuntamente para acoger al extranjero, para socorrer las necesidades de los que son forzados a huir a causa de la guerra y la persecución, y para defender los derechos de los refugiados y de los que buscan asilo”, se lee en el documento.

En el documento, ambas Iglesias esperan “impulso y fortaleza” para “seguir juntos en el servicio, defendiendo los derechos humanos y la dignidad, especialmente la de los pobres, trabajando por la justicia y rechazando toda forma de violencia”.

“Dios nos convoca para estar cerca de todos los que anhelan dignidad, justicia, paz y reconciliación. Hoy, en particular, elevamos nuestras voces para que termine la violencia y el radicalismo, que afecta a muchos países y comunidades, y a innumerables hermanos y hermanas en Cristo”, se añade en el texto.

En el documento se rechaza, “manera enérgica, todo odio y violencia, pasada y presente, especialmente la cometida en nombre de la religión”.

Asimismo, se exhorta a “un cambio de corazón y mente que conduzca a una actitud amorosa y responsable en el cuidado de la creación”.

En el documento también se asegura que después del diálogo en estos últimos 50 años “ya no son extraños” y aseguran que se ha aprendido “que lo que nos une es más de lo que nos divide”.

También se lamenta que luteranos y católicos hayan “dañado la unidad de la Iglesia” y se explica que “las diferencias teológicas estuvieron acompañadas por el prejuicio y por los conflictos, y la religión fue instrumentalizada con fines políticos”.

“Nuestra fe común en Jesucristo y nuestro bautismo nos pide una conversión permanente, para que dejemos atrás los desacuerdos históricos y los conflictos que obstruyen el ministerio de la reconciliación”, agrega el documento.

Añaden que aunque el pasado no puede ser cambiado, “lo que se recuerda y cómo se recuerda, puede ser transformado”.

La declaración común sirve también para expresar el compromiso de ambas Iglesias para “eliminar los obstáculos restantes que nos impiden alcanzar la plena unidad”.

Se asegura que muchos miembros de ambas comunidades anhelan recibir la Eucaristía en una mesa, como expresión concreta de la unidad plena”, algo que actualmente no es posible por motivos dogmáticos.

“Anhelamos que sea sanada esta herida en el Cuerpo de Cristo. Este es el propósito de nuestros esfuerzos ecuménicos, que deseamos que progresen, también con la renovación de nuestro compromiso en el diálogo teológico”, agrega el texto.

Concluye con la exhortación a que “en vez de los conflictos del pasado, el don de Dios de la unidad entre nosotros guiará la cooperación y hará más profunda nuestra solidaridad”. EFE

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El papa pide a luteranos y católicos “reconocer errores y pedir perdón”

Malmoe (Suecia), 31 oct (EFE).- El papa Francisco instó hoy a los luteranos y a los católicos a mirar al pasado y “reconocer el error y pedir perdón”, durante la oración conjunta que celebró en la catedral de Lund en el marco de la conmemoración de los 500 años de la Reforma protestante.

Francisco llegó hoy a Suecia para participar en los actos de conmemoración del cisma tras la protesta de Martin Lutero en 1517 con la intención de celebrar las cinco décadas de diálogo entre las dos Iglesias y lanzar su llamamiento para la unidad de los cristianos.

“No podemos resignarnos a la división y al distanciamiento que la separación ha producido entre nosotros. Tenemos la oportunidad de reparar un momento crucial de nuestra historia, superando controversias y malentendidos que a menudo han impedido que nos comprendiéramos unos a otros”, afirmó Francisco en la ceremonia de la catedral de Lund.

Y añadió: “También nosotros debemos mirar con amor y honestidad a nuestro pasado y reconocer el error y pedir perdón: solamente Dios es el juez”.

En la catedral luterana de Lund, antiguo edificio católico que desde la reforma en Dinamarca (1658) es patrimonio de los luteranos suecos, el papa, representantes católicos y luteranos leyeron algunas peticiones para la unidad de los cristianos en una ceremonia en la que se intercalaron cantos y lecturas.

Una de las lecturas fue a cargo de la arzobispa primada de los luteranos suecos, Antje Jackelen, primera mujer en este cargo y que se entrevistó con Francisco en el Vaticano el 4 de mayo de 2015.

Después tomó la palabra el papa argentino, que pidió a ambas Iglesias reconocer que la división “se alejaba de la intuición originaria del pueblo de Dios, que anhela naturalmente estar unido”, y aseguró que fue “perpetuada históricamente por hombres de poder de este mundo más que por la voluntad del pueblo fiel”.

Aunque explicó que existe “una voluntad sincera por ambas partes de profesar y defender la verdadera fe”, también reconoció que tanto católicos como luteranos se han encerrado en sí mismos “por temor o prejuicios a la fe que los demás profesan con un acento y un lenguaje diferente”.

El papa argentino, que en su etapa como arzobispo de Buenos Aires ya celebró varias reuniones ecuménicas con ortodoxos y protestantes, aplaudió que católicos y luteranos “han empezado a caminar juntos por el camino de la reconciliación”.

Explicó en su discurso, que pronuncio en español, que “la separación ha sido una fuente inmensa de sufrimientos e incomprensiones”, pero agrego: “También nos ha llevado a caer sinceramente en la cuenta de que sin él (Dios) no podemos hacer nada, dándonos la posibilidad de entender mejor algunos aspectos de nuestra fe”.

También reconoció que la Reforma llevada acabo por Lutero “ha contribuido a dar mayor centralidad a la Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia”.

Por su parte, el secretario de la Federación Luterana Mundial, el chileno Martin Junge, declaró: “Ante aquellas fuerzas centrífugas que siempre amenazan separarnos, quisiera llamarnos a que nos confiemos a la fuerza centrípeta del Bautismo”.

Y pidió la unidad y el diálogo ante “tiempos de gran fragmentación y marcada tendencia al conflicto” en los que “se imponen sectarismos, que llevan a individuos y comunidades a la alienación sin posibilidad de comunicarse”. EFE