Atrás quedaron los días en que aplicarte un autobronceador suponía arriesgarte a lucir una brillante piel naranja veteada, cual cebra en technicolor. Los avances en investigación cosmética te brindan hoy productos con los que conseguir en rostro y cuerpo un bronceado sin sol de forma segura y natural. Aquí te damos las claves para que les saques el máximo partido.
Para lucir una piel morena, ya no necesitas dejarte la salud y la piel en la playa. El mercado propone cada año novedades, autobronceadores de última generación que tienen muy poco que ver con aquellas cremas malolientes de hace una década que dejaban el cutis de un radiante color mandarina.
También son muchos los centros estéticos a los que puedes acudir para lograr un bronceado profesional mediante la pulverización uniforme del producto en todo tu cuerpo. Pero si decides hacerlo en casa, hay algunos trucos para que te apliques el autobronceador como una verdadera experta.
Es fundamental que tu piel esté en buen estado y libre de impurezas para que el producto le dé un tono uniforme. Para ello es recomendable que una semana antes de usar el autobronceador comiences, a diario, a exfoliar tu cuerpo en seco.
PIEL A PUNTO.
¿Cómo? Muy sencillo: en la ducha, pero sin mojarte, emplea un guante de crin o un cepillo de lufa y “cepilla” todo tu cuerpo, siempre con movimientos ascendentes hacia el corazón. De esta forma eliminarás las células muertas y además, activarás tu circulación.
Tras seguir esta rutina durante una semana, llega el momento de exfoliar a fondo la piel con un producto específico para el cuerpo. De nuevo en la ducha, pero ahora con la piel mojada, aplícate el exfoliante con movimientos circulares e insiste en las zonas especialmente secas, como las rodillas, los codos y los talones. Después, aclara el cuerpo, sécalo y aplicate crema hidratante con generosidad.
Si sigues estos pasos, tu piel quedará lisa, uniforme y preparada para recibir el autobronceador con garantías de que no lucirás “a parches”.
Recuerda que este proceso es sólo para el cuerpo. En el caso de la cara, lo mejor es que uses, siempre en mojado, un exfoliante para el cutis en días alternos a lo largo de una semana, si bien para broncear el rostro son preferibles los maquillajes solares, con los que se controlan mejor el resultado y el tono adecuado a tu piel.
Con la piel ya preparada, llega el momento de elegir el producto que te hará lucir como recién llegada del Caribe.
Es fácil sentirse abrumada con la gran cantidad de productos que inundan el mercado: geles, esprays, cremas, mousses e incluso toallitas, pero seguro que encuentras uno que se adapte a tus necesidades.
PARA TODOS LOS BOLSILLOS.
Lo mejor es que los hay para todos los bolsillos, huelen mejor que antaño, manchan menos o nada la ropa y sus texturas son más fáciles de extender. Algunos, incluso, están coloreados para que su aplicación sea del todo precisa, otros tienen propiedades estilizantes y antiedad.
Entre las novedades de este año se encuentran la Crème Délicieuse Auto-Bronzant de Clarins, “con color caramelo para guiar en la aplicación y extractos de cacao que embellecen la piel”; “Tanning bed in a tube”, de la marca Too Faced, que broncea gradualmente y huele a piña colada; y “Touch of Bronze”, de Clinique, con textura de loción hidratante y “a prueba de errores”.
Además de las novedades, hay otros como el Gel Autobronceador Piernas Sublimes de Biotherm, que broncea en una hora con un brillo iridiscente, Brilliant Bronze Self Tanning Emulsion, de Shiseido, y la leche autobronceadora de Castaña de Brasil, de L’Occitane.
Por supuesto, también están las cremas hidratantes con un toque de autobronceador, que colorearán tu piel gradualmente si las usas a diario tras la ducha. Marcas como Nivea, Dove, Olay y L’Oreal, entre otras, las comercializan.
Llega el momento de la verdad: aplicar el producto elegido. Extiéndelo bien con las manos, zona por zona del cuerpo, y masajealo hasta que penetre en la piel, con especial cuidado en los pliegues y en zonas como la parte de atrás de las rodillas, los talones y los codos.
Antes de vestirte, deja que la piel absorba el producto, y un consejo: lávate las manos inmediatamente para que tus palmas no queden teñidas.
UN TOQUE DE COLOR.
Aunque también hay en el mercado una miríada de productos autobronceadores específicos para el rostro, los expertos recomiendan para esta zona el empleo de maquillajes solares. De esta forma podrás experimentar y encontrar el color que mejor reproduce la tonalidad que adquiere tu cara cuando te bronceas al sol.
El maquillaje solar se aplica como un maquillaje común, aunque deberás difuminarlo bien en los contornos del rostro y el nacimiento del cabello para que el acabado luzca natural.
Las marcas cosméticas cuentan con una buen abanico de tonalidades en este tipo de gamas. La línea de maquillaje solar de Guerlain es un clásico gracias a sus famosos polvos bronceadores “Terracotta”, mientras que Lancome también cuenta con la gama “Star Bronzer”.
Estas líneas ofrecen, además, cosméticos a juego para los ojos y los labios, lo que te facilitará completar tu bronceado.
Una nota importante: recuerda que los productos autobronceadores no protegen de los rayos del sol, por lo que aunque tu cuerpo parezca bronceado, sólo lo está en la superficie. Es decir, si vas a la playa, no te confíes y utiliza un factor de protección solar adecuado a tu piel.