Camino por el Barrio de San Juan, donde alguna vez jugamos la cascarita de futbol. Me encuentro con el Zugi Aguíñiga, uno de los boxeadores que poblaron la celebridad de los deportes, cuando había dos superquipos de futbol y de ciclismo en Zacapu.
-Aquí estoy construyendo, donde vivió mi familia -dice el Zugi.
Nos sentamos a conversar en la banqueta, mantras pasa un caballo flacucho con una carga de leña, y luego un medico en un auto que se detiene a saludar al Zugi.
José Luis “El Zugi” Aguíñiga tiene 56 años, pero todavía conserva su complexion atlética y cuenta que corrió la Maratón de Los Angeles el año pasado (2007). Es, además, tesorero del Club Uriare, que en idioma purepecha significa “corredor”.
-Todos los sábados corremos el Circuito Amando Martínez, que es de 8 kilómetros -dice.
Casado con otra profesional de la enfermería, como él, Teresa Mandujano, el Zugi es el feliz padre de cuatro hijos: Jaimie Janeth, Karina, Fátima y José Luis.
El ex-campeón estatal de boxeo, quien se dió a conocer gracias a Valente Vera, cuenta que hace poco, cuando fue a visitar a su hija Karina a Carolina del Norte, no le creían que había sido boxeador, y le arreglaron una demostración.
EMPEZO “DE BOTANA”
Cuenta Zugi que sus inicios en el boxeo empezaron a los 8 años, cuando acudió con su padre, Luis Aguíñiga Suarez, a una pelea en la Arena “Puños de Oro” que estaba en el famoso Cerrito a espaldas del Palacio Municipal.
-Entonces tenian las llamadas peleas de botana para hacer reír a la gente -recuerda-. Cuando me invitaron a subir al ring, yo volté a ver a mi papa y me dijo ‘si quieres, sube’. Nos quitamos los zapatos, y con guantes de 8 onzas, peleamos con un chamaco de La Angostura.
Cuenta que la forma en que los había criado su papa de entrarle a todo, no se le dificultó sus primeros pasos en el boxeo.
-Mi padre era comerciante en el Mercado, y nos habían criado a no temerle a nada. Incluso fui acólito. Mi padre fue comerciante y tenía un puesto de fruta.
En una familia compuesta por 4 hombres y 4 mujeres, el Zugi sorprendería a todos mostrándoles que se podia vivir de los puñetazos.
Su primera pelea official fue contra Paciano Anguiano, cuando tenía 14 años, a 4 rounds.
Ríe al recordar que aquella vez ocurrió lo más inesperado.
En la Arena “Puños de Oro”, se había caído una de las esquinas, y él entró temeroso a que ocurriera otro accidente.
No hubo nigúno, pero en el tercer round se dieron un cabezaso los peleadores y los dos cayeron al mismo tiempo.
-Fue entonces que el réferi dijo: el que se levante primero, gana. Yo salté inmediatamente, pero en la caída había pensado que lo que se había caído era el ring.
EL PROFESOR UGAM
Luego de pelear en la Arena de Don Guadalupe Guerra, se estrenó en la Arena Coliseo donde el Profesor Ugam organizaba pleitos de 6 y 8 rounds.
-Yo era un noqueador del 2 o. o 3 er. Round, porque aunque era zurdo, pegaba muy fuerte con la derecha. A la gente le gustaba verme pelear. Cuando tenía 16 años, me trajeron a un peleador que se llamaba el “Gallo Guerrero” que tenía 26 años. Era un peleador muy astuto que quiso asustarme desde que nos presentaron. Recuerdo que cuando estábamos frente a frente, me sacó la placa de los dientes, y a mí lo que me dió fue risa, en lugar de miedo. Era la primera pelea a 10 rounds y aunque lo pude haber noqueado, se la gané hasta el 10 para que los demás vieran que ya podia aguantar hasta los 10.
EN TIEMPOS DEL ALACRAN
El Zugi admiraba en aquellos tiempos a peleadores como Mantequilla Nápoles, Alacrán Torres, Famoso Gómez, Chucho Castillo, Rafael Herrera Pero se conformaba con poder ser un ídolo para los zacapenses. Por eso se entrenaba diariamente yéndose todas las mañanas a correr a las 5 de la mañana al Cerro de El Cuinato, y luego, a las 5 de la tarde a entrenar con guantes con Salvador Baez. Los hermanos Baez -Antonio, Juan y Luis- eran toda una institución boxística local. El Zugi, quien entró al boxeo en el peso gallo y salió de pluma, tanto ellos, como el apoyo de Valente Vera, quien llegó a estar en el 7 o. lugar del ranking nacional tuvieron mucho que ver con su carrera.
-Valente fue campeón de Baja California, y los dos eramos unos fajadores empíricos, yo hasta luego, en el Distrito Federal aprendí a boxear con elegancia.
La carrera y la popularidad de El Zugi empezó a crecer cuando sus peleas empezaron a llevarse a Apatzingán, Uruapan, Tacámbaro, Purépero, Tiríndaro, Jacona
Para 1971 estaría ganando el Campeonato Estatal que conservaría por 6 años.
-El campeonato lo gané contra José Luis León. Pero hubo un problema. A pesar de que lo había tirado en 4 ocasiones, le dieron la decision a él. A mí me dió mucho coraje y aventé la bata. Luego la gente empezó a aventar sillas y cosas al ring. Finalmente, revocaron el fallo y dieron un empate. Se programó una revancha 22 días después y la gané.
TE ME VAS
En un tiempo en que el boxeo era el “deporte extremo” de Zacapu, la fama de El Zugi había crecido de tal forma que el Capitán Virgilio Ledesma decidió apoyarlo para que se fuera a la capital mexicana, en lugar de asistir todos los domingos a su servicio military.
-Un día, había peleado y andaba con los ojos todos morados en el Servicio Militar. Fue entonces que el capitán Ledesma, que era muy mal hablado, me dijo ‘¿Cómo no noqueó? Me han dicho que eres muy bueno, así es que al final del año te voy a dar tu cartilla liberada, pero te me vas a la chingada’.
Fue entonces que se encontró con el apoyo del Dr. Luis Moya Luna, quien era el medico de Rubén Olivares y el Famoso Gómez lo apoyó para que se fuera a entrenar a los Baños Avenida de la Ciudad de México. Ahí se encontró también con Kid Rapidez, quien fue manejador de Mantequilla Nápoles.
Mientras entran y salen albañiles de la obra, Zugi explica como hacía guantes con Chucho Castillo y Rafael Herrera. Después, Pancho Rosales le consiguió peleas, entre estas, una con Sirenio Aparicio, campeon de Zacatecas.
-El fue el que me hizo la boca más grande -dice mientras abre la boca para mostrar- pero le gané por decision.
GRACIAS A VALENTE VERA
Cuando ya era el orgullo del Barrio de San Juan y había peleado incluso en Chiapas, Valente Vera, otro peleador zacapense que llegó a ocupar el 7 o. lugar en el ranking nacional, lo invitó a irse a Tijuana.
-El me pagó el pasaje, me tuvo en su casa e incluso se negó a pelear en una función, si no me incluían. Fue así como pelé con Lany Brown, en la misma función donde él iba con El Pollo López. Yo noqué en el 3 er. Round y él en el 7 o.
Recuerda que Valente salió muy golpeado y le recomendaron que se retirara por un tiempo.
Ambos regresaron a Zacapu.
Después con engaños, el promotor convenció a Valente que regresara, engañándolo, asegurándole que le arreglaría una pelea con El Famoso Gómez.
-El regresó, pero la pelea fue con Goyo Vargas y ahí fue donde le fracturaron el maxilar.
HEROES DE AYER
En una ciudad donde ya no hay cines, ni embarcadero, ni grandes equipos de futbol o destacados boxeadores o ciclistas, el Zugi recuerda con un gran gusto, cuando estaba a punto de ser seleccionado para ir a las Olimpiadas de Munich, Alemania, y por culpa de la burocracia deportiva no fue avisado para la segunda eliminatoria.
Pero su nombre ha quedado grabado en la memoria colectiva, al lado de otras figuras, como los tres Baez, Antonio Cabrera, Agustín Vitela, el Zurdo Guillén, Rafa Lira, Kid Angostura
En aquella época de los 70’s aún se podían reconocer rivalidades de barrio en las Justas deportivas, entre los de El Javalí, El Retoño, el Barrio de San Juan.
Pero eso no lo fue todo en su vida.
Jubilado de enfermero especialista, graduado de la escuela Primo Tapia, y luego de haber trabajado por 23 años el turno nocturo del Hospital del IMSS, el Zugi recuerda aquella vez en que atendía un oaciente diabético.
-El me reconoció y me dijo: ¿cómo es eso que primero les andaba rompiendo la boca, y ahora está aquí, curándolos? Ja jaaaa
Retirado a los 28 años, aunque llegó a pelear por unos miles de dólares en San Diego, el Zugi disfruta de su etapa de enfermero retirado, dedicado a predicar con el ejemplo las bondades del deporte (incluso va a tener una tienda de artículos deportivos).
La última pelea la hizo en el Sindicato Celanese en 1979, frente a un tal Madrigal.
Esta pelea no estuvo exenta de incidentes.
-En esa occasion, el Profesor Ugam no quería dejar entrar a mi hermano Abraham, quien era mi manejador. Yo le dije que si el no entraba, no habría pelea. El profesor me amenazó con demandarme, pero yo me fui a la casa. Luego llegó a buscarme, cuando vió que la gente que iba a verme se estaba yendo.
Luego de mostrarle las irregularidades del boxeo (no había comisión de boxeo, ni se respetaban reglas de pesaje), le pidió 3,000 pesos, y se fue a pelear.
-El tenía 20 años y yo 28, pero me le fajé. En un volado me pegó en la ceja y me tiró. Yo hubiera podido levantarme, pero no quise.