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TRADICIONES: Estadounidenses celebran Acción de Gracias con menos viajes por la crisis

El pavo, guajolote o chompipe... No solo debe tener miedo al "thanksgiving"
El pavo, guajolote o chompipe… No solo debe tener miedo al “thanksgiving”
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Washington, 27 nov (EFE).- Los estadounidenses celebran hoy el Día de Acción de Gracias, la festividad más típica y más sabrosa de su país, en medio de la austeridad por la crisis económica, que hará que disminuyan los viajes por primera vez desde 2002.

La caída drástica de la gasolina, que ahora se vende a menos de dos dólares por galón (algo más de medio dólar por litro), no compensará los aprietos económicos que sufren las familias, que se quedarán más cerca de casa, según la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA, en inglés).

Durante el puente del Día de Acción de Gracias habrá 600.000 personas menos en las carreteras, los aeropuertos y las estaciones de trenes que el año pasado, de acuerdo con la organización.

Si se cumplen los pronósticos, se tratará del cuarto día festivo en el que caiga el número de viajeros.

“El estado general de la economía sigue presentando desafíos reales para algunos estadounidenses que quieran viajar durante este Día de Acción de Gracias”, dijo el presidente de la AAA, Robert Darbelnet, en un comunicado.

Aún así, 41 millones de estadounidenses se desplazarán por lo menos 80 kilómetros para estar con su familia en la festividad que más movimiento genera en Estados Unidos, pues supera incluso a la Navidad.

En ella, los estadounidenses conmemoran la comida de agradecimiento a Dios que, según la tradición, prepararon los primeros colonos en su nueva tierra.

En 1863, el presidente Abraham Lincoln marcó la fecha de hoy como fiesta nacional.

Desde el principio el pavo ha sido el protagonista. El 88 por ciento de los estadounidenses comieron su carne blanca en este día el año pasado, según la Federación Nacional del Pavo.

El asado se complementa usualmente con salsa de arándanos, boniatos y puré de patatas, que será lo que degustará hoy la familia presidencial en la residencia de Camp David (Maryland), aunque también tomarán un gazpacho que se salta la tradición.

“En éste, mi último Día de Acción de Gracias como su presidente, les agradezco la buena voluntad, las palabras amables y las oraciones de corazón que muchos de ustedes me han dando en los últimos ocho años”, dijo Bush hoy en un mensaje radial a modo de despedida.

Otra tradición del país es que después del pastel de manzana o de calabaza de la cena, el viernes los estadounidenses tomen “por asalto las tiendas”.

Muchos de ellos incluso esperan de madrugada a que abran las puertas para aprovechar las ofertas extraordinarias con las que los empresarios atraen a las masas.

Sin embargo, este año las cosas previsiblemente también serán diferentes.

En octubre el gasto personal cayó el 1 por ciento, la mayor bajada desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, lo que exacerba la tendencia registrada con el agravamiento de la crisis en los últimos meses.

Las familias han recortado su consumo, que supone un 70 por ciento de la economía estadounidense, ante el aumento del desempleo, la caída del valor de su vivienda y la pérdida de riqueza en sus inversiones en bolsa y planes de pensiones.

Incluso las ventas por Internet han disminuido un 4 por ciento en lo que va de noviembre, en comparación al mismo período el año pasado, lo que supone la primera bajada en la historia, según la empresa de análisis comScore.

Como respuesta, algunas tiendas pretenden ampliar los descuentos que caracterizan al “Viernes Negro”, como se conoce a la jornada después del Día de Acción de Gracias, porque sus cuentas del año pasan de los números rojos a los números negros.

La cadena de ropa J.C. Penney, por ejemplo, pondrá a la venta 400 ofertas especiales, un 20 por ciento más que el año pasado.

En Gap, su competidor, quien compre una camisa se llevará otra gratis, y Toys “R” Us, una tienda de juguetes, abrirá las puertas a las 5 de la mañana el viernes para que los más madrugadores lleguen a las más de 100 ofertas extraordinarias que pondrá en sus estantes.

Está por ver si estas estrategias serán suficientes para salvarles la temporada. EFE