MÉXICO, D.F., diciembre 17 (EL UNIVERSAL).- A lo largo de la historia, el smoking ha sido sinónimo de distinción, y para los grandes sastres, un atuendo que va más allá de las exigencias protocolarias. Se trata de una pieza de alta costura que, cuando está hecho con toda la precisión requerida, es capaz de alcanzar el mismo valor que una piedra preciosa.
Su origen se remonta al siglo XIX, y se dice que lo utilizaban los caballeros británicos durante las noches para fumar; de ahí se deriva la raíz de su nombre (smoke significa humo o fumar), aunque también se le conoce como tuxedo.
Desde entonces, y hasta nuestros días, portar una prenda de este tipo -bien cortada- enaltece la personalidad del hombre y se convierte en una herramienta perfecta de la masculinidad y elegancia.
Actualmente, las tendencias en su diseño se apegan tanto a las propuestas cíclicas de la moda como a la reinterpretación de algunos elementos clásicos en su confección.
Los patrones se adecuan a la silueta del hombre moderno y en sus complementos se aprecia la inspiración retro, moderna o clásica, para convertir al smoking en una pieza única que expresa la personalidad de su portador.
Rompiendo con la formalidad
A pesar de que para algunos no sea la prenda más utilizada, el smoking marca tendencia en esta temporada. Los trajes de siempre están out y los diseñadores optan por retomarlo e introducirlo al mundo como una pieza funcional para cualquier ocasión.
Ahora se habla, por ejemplo, de ya no adquirir un smoking entero. Se puede buscar la chaqueta -esta temporada la firma Dolce&Gabbana lanzó modelos inspirados en los gángsters rusos y otros en terciopelo- y combinarla con otros elementos como camisas menos formales y hasta jeans, al estilo de los gemelos Dean y Dan Caten, de Dsquared2.
De esta forma se logra estar al último grito de la moda, pero con una mayor comodidad. Otra opción es optar por los estampados y el color; algunas chaquetas, como las de Hickey Freeman, muestran las clásicas solapas redondas pero con cuerpo de casimir en lana con motivo ojo de pájaro y solapas estampadas en seda de color burdeos.
La dupla de Dsquared2 propone un estilismo basado en el smoking negro y entero, pero acompañado de una camisa de tartán escocés.
La clave está en arriesgarse y probar distintas opciones, cuanto más atrevidas nos parezcan, mucho mejor y más personal resultará nuestro atuendo.
Todo un clásico
Según el sitio protocolo.com, el smoking es una indumentaria de fiesta que se utiliza principalmente en celebraciones de noche y ocasiones de gala.
¡Atención! Tradicionalmente se trata de una prenda festiva, no de ceremonia. Aunque en muchos países no existe esa distinción (entre ellos México), en España, por ejemplo, no se utiliza para vestir de etiqueta en ceremonias, como puede ser una boda. En su lugar se lleva el frac.
Las piezas básicas que conforman un smoking clásico son:
1. Chaqueta.
En los tradicionales es de color negro, azul medianoche, granate o blanco. Varía según el sitio y la época del año. El más utilizado es el negro. Puede ser recto o cruzado, con solapas redondas o de pico, en seda o raso brillante. Si la chaqueta es cruzada, no se debe vestir fajín y sólo se abrocha el botón superior.
2. Camisa.
Blanca o de un color marfil muy claro. Normalmente, es de hilo de algodón 100%, puede ser lisa o con discretas alforzas. El cuello es bajo o de paloma (para acomodar la pajarita) y con puño doble para llevar mancuernillas.
3. Pajarita.
Negra, de seda y de lazo; aunque también se admiten las previamente armadas, un verdadero caballero debe saber hacerse el moño. También puede ser azul marino o burdeos, en función de la chaqueta que vistamos.
La pajarita (corbata de moño) aparece en esta temporada, ancha, como en los años 70, para diferenciarla de las delgadas que se estilaban hasta hace poco.
4. Fajín.
Se lleva en seda o raso, a juego con la pajarita. En caso de vestir fajín no está permitido llevar chaleco.
5. Pantalón.
En el smoking tradicional, siempre es de igual color que la chaqueta, excepto en el de verano o de media etiqueta (de chaqueta blanca) que se viste con pantalón negro. De corte clásico y con una cinta de seda lateral.
6. Calcetines.
Los más adecuados son los de diseño fino, ya sea fabricados en seda o hilo. El color por excelencia es el negro.
7. Zapatos.
Negros, de cordones y de charol. Son admitidos los zapatos de charol de corte clásico con hebilla y más recientemente, los slippers o mocasines de fieltro bordados y de suela muy delgada. Estos se perfilan como uno de los accesorios de la temporada de otoño-invierno.
8. Chaleco.
De seda o del mismo tejido que el smoking. Se viste en lugar del fajín.
9. Otros.
Los guantes deben ser blancos o de color hueso o gris y en gamuza o piel. Si queremos llevar un pañuelo, éste habrá de ser blanco, en hilo o algodón.
El sombrero es otro de los complementos que pueden utilizarse, sobre todo, por aquellos que deseen obedecer a las reglas más estrictas de etiqueta. Se sugiere llevarlo en tonalidades oscuras como el negro y azul marino.
La chaqueta blanca sólo debe vestirse en primavera o verano, y generalmente en espacios abiertos. Sean Connery, en su personaje del agente 007, hizo de este estilo algo memorable.
El smoking es utilizado en fiestas, espectáculos, bailes, recepciones y cenas, principalmente. No obstante, dependiendo del país, puede ser usada en otras ocasiones, y de diferentes maneras para los mismos eventos.
