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Fernando Botero cree que “cuando uno hace una obra, pretendiendo hacer arte, ese día se vuelve un artista”, malo o bueno

El pintor colombiano Fernando Botero, posa al lado de una de sus obras en la sala Rufino Tamayo de el Palacio de Bellas Artes, lugar donde ofreció una conferencia.
El pintor colombiano Fernando Botero, posa al lado de una de sus obras en la sala Rufino Tamayo de el Palacio de Bellas Artes, lugar donde ofreció una conferencia.
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MÉXICO, D.F., marzo 27 (EL UNIVERSAL).- Fernando Botero cree que “cuando uno hace una obra, pretendiendo hacer arte, ese día se vuelve un artista, tal vez el peor artista, pero un artista”.

El pintor, dibujante y escultor colombiano tiene muy claro con qué obra se hizo artista: después de dibujar cuadros de toros, en los 40, que eran copias de carteles españoles, un día hizo una naturaleza muerta.

Son 65 años de ser artista y él mantiene su tesis de que la pintura, el arte, se hizo para dar placer, aún cuando haya un drama en la pieza, hay un goce a través de una estética. Otra de sus certezas es que no hay nuevos temas; Botero cree que lo que el artista tiene que hacer es buscar ser distinto, tener un estilo, lograr una personalidad que sea reconocible, estar en contra:

“Yo llegué a la pintura y todo el mundo hacía abstracto: ‘No, esto no es la cosa, esto es solamente decorativo, yo quiero algo con el color, con la forma’ “, dijo este martes.

El 19 de abril, cumplirá 80 años que celebra con exposiciones como la que el jueves abrirá en Bellas Artes, Fernando Botero: una celebración, a cuya inauguración asistirá el presidente Felipe Calderón.

Este martes, acompañado por sus hijos Fernando y Lina -curadora de la muestra-, el pintor y escultor habló con periodistas esta exposición, la más grande en su historia, la quinta que presenta en México: son 177 obras, entre las que se incluyen las primeras tres que presentó en el año 1949 en el Salón de Artistas Antioqueños, que tuvo lugar en Bogotá (nació en Medellín, capital del departamento de Antioquia).

Botero, quien vino a México en 1956, reconoció que en un momento en que muchos artistas pintaban arte abstracto o con temas europeos, los muralistas mexicanos -Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros- inventaron a América Latina como tema del arte.

Esos artistas, dijo Botero, ya habían aprendido de los italianos, que habrían de ser determinantes, a su vez, en la obra del colombiano.

“Desgraciadamente en el siglo XX la pintura se volvió plana, pero durante seis siglos siempre fue volumétrica”. El hallazgo que sigue siendo vigente, es “en una superficie plana dar la ilusión de que hay un volumen y un espacio”.

Cada año visita siempre el Museo Nacional de Antropología -el arte precolombino es un motivo de inspiración para él- y luego Botero pasa una temporada en Zihuatanejo, donde hace sus dibujos. A sus 80 años su mayor fuente de placer es la pintura: “Nunca tuve necesidad de disciplina para trabajar, lo hice siempre por infinito placer”.

Acerca de la relación de sus obras con el público, dijo que con sus esculturas propone llevar el arte al espectador en lugar de que éste vaya a donde está el arte. Relató que una de las escenas que más le conmueve es ver cómo, al exponer las obras en espacios públicos, las piezas son tocadas: “Yo veía la cara de placer, como reproduciendo el gesto del escultor… cuando uno hace una escultura está acariciando el barro. Yo decía ‘toquen las esculturas, se pueden tocar…’ no necesitan indicación, tampoco mis pinturas, no tiene que haber un profesor que esté explicando. Es mejor que el arte hable directamente, como cuando el campesino encontraba en Grecia un pedazo y sabía que encontró arte, pero si se encuentra un pedazo de (una obra de) Richard Serra no van a saber que es arte”.

Al ser interrogado en torno de sus series con temas de violencia -la guerra en Colombia o Abu Ghraib- aseguró que “el oficio del pintor es pintar bien, su primera responsabilidad es pintar, lo demás le corresponde a la prensa.”

Del narcotráfico dijo que es un asunto muy complejo y contó que en los 80, tras la explosión de una bomba en una casa del narcotraficante Pablo Escobar, fueron encontradas varias obras de arte, entre ellas una suya, hecho que le causó mucha molestia y sobre el cual se pronunció en el periódico EL TIEMPO. Lo que ocurrió entonces es que tuvo que salir del país.

En el catálogo de la muestra, que este miércoles se presenta a las 12 horas en el Palacio de Bellas Artes, se incluyen relatos del propio Botero hechos en una ocasión en que estuvo enfermo y que no pudo pintar. Figuran además textos de Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Jaime Moreno Villarreal y Lina Botero, y una entrevista al artista realizada por Juan Gustavo Cobo Borda.

SOBRE LA MUESTRA

¿DÓNDE Y CUÁNDO? La exposición, la más grande realizada sobre Botero y la quinta que trae a México, abre este jueves en Bellas Artes y estará abierta hasta el próximo 17 de junio

PIEZAS. Son 177, entre óleos, dibujos, acuarelas, esculturas en pequeño formato y cinco esculturas monumentales

ORGANIZACIÓN. Curada por Lina Botero, la muestra se divide en 10 núcleos temáticos: “Obra temprana”, “América Latina”, “Religión y clero”, “Dibujo y técnica mixta”, “Escultura”, “El circo”, “Abu Ghraib”, “Versiones”, “La corrida” y “Naturaleza muerta”