San Diego (California), 24 may (EFE).- La comunidad judía de la región de San Diego y Tijuana cruza fronteras para explorar su historia a través de actos culturales y educacionales.
Por ejemplo, esta semana se realizó el festival “Celébrate”, organizado por la Liga Antidifamación de San Diego, que incluyó un seminario sobre la presencia de los judíos en el cine mexicano, a cargo del director Isaac Artenstein.
También, un concierto de jazz con inspiración judía a cargo de Jaime Valle, quien creó la banda sonora de un documental sobre los judíos en Tijuana dirigido por Artenstein.
Artenstein, productor de la película “Un día sin mexicanos”, dijo a Efe que el impacto de los judíos en la región fronteriza ha sido importante pese a su relativo pequeño número.
Esta comunidad de pioneros fue muy diversa, agregó Artenstein, e incluyó a los judíos askenazi de Polonia, Rusia, Lituania y Rumania; los judíos sefardíes de Turquía, Grecia y los Balcanes, y los judíos árabes de Siria y Líbano.
Con esta influencia se crearon congregaciones como la Maguen David, la Hatikvah y el Centro Israelita de Tijuana.
“Entre todos ellos hubo una gran preocupación cultural, ejemplificada por mi maestra de hebreo, Ana Galicot, que creó instituciones culturales híbridas a través del teatro y la música uniendo a toda una generación de jóvenes”, dijo Artenstein.
El legado binacional de Galicot, dijo Artenstein, está ejemplificado en la donación de la escultura “Primer Paso”, del escultor judío mexicano José Sacal, desvelada en marzo pasado en la Academia Judía de San Diego, con el propósito de honrar a todos aquellos que abandonaron su lugar de origen para vivir en esta ciudad, particularmente a los inmigrantes de origen hispano.
La pieza ilustra también los lazos de las comunidades judías de Tijuana y San Diego.
Mónica Bauer, directora asistente de la Liga Antidefamación de San Diego, dijo a Efe que sus esfuerzos educativos incluyen la presentación de material en español para jóvenes de escuelas del área sobre la importancia de la diversidad y tolerancia respecto a la experiencia de inmigrantes, tomando como base el Holocausto y la experiencia de sobrevivientes que se radicaron tanto en San Diego y Tijuana.
Valle, músico de jazz latino que ha tocado con artistas como Sammy Davis Jr. y Poncho Sánchez, originalmente de Tapachula, Chiapas, pero cuyos padres arribaron a Tijuana en 1951, se casó en el seno de una familia judía.
Valle dijo a Efe que las tradiciones con las que se ha compenetrado desde su perspectiva inicial de gentil han sido claves para su música, que también cruza fronteras.
“Inspirado por la cultura sefardita, mis temas también tienen letras en ladino, el lenguaje de los judíos expulsados de España. Hay temas que tienen ecos de la música klezmer de los judíos askenazies de Europa del este. La llamo ‘Klez-Mex’, pues igualmente parte hacia el merengue, y esta mezcla tiene mucho de la región fronteriza”, dijo.
Valle dijo que la experiencia de hibridación era mucho más intensa en la región durante su infancia, en los años sesenta, cuando miembros de su generación podían cruzar por una frontera fluida para estudiar en San Diego, escuchar música y aprender inglés “de una forma casi orgánica”, además de que entonces había muchos músicos afroamericanos que visitaban Tijuana, donde tenían más libertad que en EE.UU.
Por su parte, Artenstein lidera también un proyecto en la Universidad de California San Diego, donde ha sido invitado para dar clases de cine, en el que estudiantes documentan fílmicamente testimonios de sobrevivientes del Holocausto en la ciudad.
Otro ejemplo de la presencia judía hispana en la esfera pública de San Diego es la “Segunda Serie Fílmica Anual Judía Latina”, que del 30 de mayo al 11 de julio se realizará en cines del condado, organizada por el Festival de Filme Latino de San Diego y el Festival Judío Fílmico de San Diego.
Los filmes que se presentarán son el argentino “Mi Primera Boda”, de Ariel Winograd; la producción israelí “Salsa Tel Aviv” estelarizada por la mexicana Angélica Vale; la cinta “Anita” de Argentina, que cuenta la historia de una joven con síndrome de Down; y la también argentina “Dos Hermanos”, quienes buscan enmendar su relación ante la muerte de su madre. EFE