Cuando en temporada invernal los árboles perdían sus hojas, los germanos los revestían de adornos para que los espíritus buenos que los habitaban retornaran. Estos ornamentos eran comúnmente manzanas o piedras pintadas. Es así como nace la tradición de adornar el árbol en temporada decembrina. Con el tiempo, los adornos evolucionarían convirtiéndose esferas y otras tantas figurillas.
Por otro lado, el primer nacimiento fue instituido por San Francisco de Asís cuando, impresionado por la tradición llevada a cabo en el Vaticano, decidió realizar un nacimiento viviente en Italia, representando el nacimiento de Jesús en un pesebre. Esto no solo se volvió una tradición, sino que se extendió a Europa entera y posteriormente al continente Americano.
En Estados Unidos de Norteamérica, la historia de San Nicolás, Obispo de Mira -hoy Turquía-, fue utilizada por la compañía Coca Cola, creando un personaje inspirado en el generoso santo, representándolo sonriente, de complexión gruesa, barba blanca, y de traje y gorro verdes. Esta fue la primera imagen de Santa Claus transmitida a través de un comercial de la compañía trasnacional.
Posteriormente, el traje fue cambiado a rojo para representar mejor con el color a la conocida bebida. El personaje, como dicen, pegó. La gente lo adoptó como parte de las fiestas decembrinas y fue así como Estados Unidos creo su Holiday o fiesta más conocida y practicada mundialmente, esto después del Halloween.
El desapego estadounidense de la versión religiosa fue muy a propósito para que también los ateos o no-creyentes pudieran tener una fiesta propia en esa misma temporada.
El éxito comercial de Santa no se hizo esperar. Los regalos fueron el centro de atención de dicha fiesta y los negocios comenzaron a esperar con ansiedad las fiestas de fin de año para realizar sus mayores ventas.
Aunque, por otro lado, no se puede ignorar el origen eclesial de la celebración de navidad, ya que el mismo nombre significa natividad, haciendo referencia al supuesto nacimiento de Jesús en esas fechas. Digo supuesto, porque aún se ignora la fecha exacta de tal acontecimiento.
Dado que el solsticio de invierno era celebrado por los romanos en el 25 de Diciembre, los antiguos cristianos decidieron escoger esta fecha, posiblemente inspirados por el verso bíblico de Malaquías 4:2, en donde se llama a Jesús “el sol de la virtud”.
Puesto que Navidad es la época en que, ya sean religiosos o no, se busca el perdón, el entendimiento y la buena voluntad entre los hombres, resulta una buena forma de terminar el año de buena forma. Es también un buen pretexto de tratar de reencontrarse con aquellos seres queridos de los que nos distanciamos por riñas o malentendidos.
Y es que, como le decía a la esposa de un amigo después de una discusión con su cónyuge, no vale la pena echarnos a perder el resto del día, mucho menos, un buen trozo de nuestras vidas, por algo que, muy probablemente, no vale la pena. Y es que los problemas son algo común, la diferencia la hacemos cuando decidimos resolverlos, dejar lo malo atrás y seguir adelante.
Que en esta navidad impere el perdón y la tranquilidad en sus vidas y que comiencen el año de la mejor forma posible. Feliz navidad.
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