EL PAPA Francisco le dijo al diario italiano “Corriere della Sera” que no agradecía que los medios lo convirtieran en un “Superpapa”. Esto viene relacionado con las estampas, monedas, DVDs y otros medios que buscan crear un gran mito.
Y ES QUE a un año de su nombramiento como el Vicario de Cristo, su popularidad ha sido apabullante. Ha aparecido en portadas de revistas, libros- e incluso hubo quien trató de darle un “Oscar papal”.
“NO ME gustan las interpretaciones ideológicas del ‘Mito Papa Francisco'”, le dijo al Corriere. “Si no me equivoco, Sigmundo Freud dijo que detrás de cada idealización hay una agresi ón. Mostrar al papa como un Superman es algo ofensivo para mí. Este papa que soy es un hombre que ríe, llora, duerme tranquilamente y tiene amigos como cualquier otro ser humano”.
EN SU primer aniversario como Papa este 13 de marzo, sin duda que sigue sorprendiendo. No recuerdo a otro pontífice haber convalidado partes de la Teoría del Psicoanálisis de Sigmund Freud. Al contrario, la mayoría de sus antecesores han visto con desconfianza muchos de los aportes de las ciencias del comportamiento, incluyendo aquellas que explican la dinámica de la libido, a la que de manera errónea les ha gustado nombrar como “pansexualista”.
HE ESCUCHADO todo tipo de comentarios hacia su persona. A algunos pocos amigos católicos les ha parecido muy atrevido y hasta desconfían de sus intenciones, pero son mucho más numerosos los que creen que este papa ha sido como un tanque de oxígeno a la tradición religiosa.
INCLUSO con su antecesor ha tomado una actitud más sensata. En la misma entrevista mencionó que “el papa emérito no es una estatua de museo. Es una institución. He hablado con él y hemos decidido juntos que sería mejor que pueda estar en contacto con la gente y participar en la vida de la iglesia”.
EN PLENO Siglo XXI, donde cada vez tenemos más claro que hay muchos caminos para acercarse a la idea de amor y solidaridad con nuestro prójimo, el papa Francisco parece tener bien claro las prioridades de la iglesia: poner en práctica este concepto, más allá del “estrellismo” al que nos tiene acostumbrados Hollywood.
A FRANCISCO seguramente le gustaría que en lugar de fijarse en su investidura, se fijaran en sus acciones, en sus mensajes. En este primer año de pontificado ha criticado los intentos del capitalismo de convertir a los trabajadores en unos seres humanos desechables. Se ha referido también a los peligros de destrucción del planeta por nuestras acciones irresponsables.
MUCHOS, como el senador norteamericano Paul Ryan ha dicho que Francisco se refiere quizá al capitalismo argentino que le tocó vivir. Pero la realidad es que no. En los Estados Unidos, como en otras partes del mundo adonde se mueven los capitales, se cree que es más conveniente reemplazar a un trabajador, antes que ocuparse por darle “mantenimiento”, es decir seguro médico.