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YA SE que no todo es eterno, tal y como está organizado. Pero cuando se critica la “cultura desechable”, las “canciones desechables”, los “libros desechables”- lo único que se está diciendo es que las cosas no han llegado a su mejor grado de desarrollo, que no han completado su madurez para servir como base para nuevas producciones culturales. Una literatura es desechable, cuando aún no ha logrado integrar lo mejor de la imaginación de una época.

Cuando se critica la “cultura desechable” no se están criticando los temas, sino el grado de elaboración de las canciones, telenovelas, libros-

Acabo de recibir dos videos de “telenovelas populares”: “La Madame” y “Made in Cartagena”, hechas por Televisa y Caracol.

No quiero prejuzgarlas. No las he visto. Pero sobre este tema, si tengo claro que “La Reina del Sur”, la telenovela de Telemundo basada en la novela de Arturo Perez-Reverte, fue un buen trabajo, algo que quizá quedará como una muestra de la narrativa del narcotráfico.

Lo mismo puedo decir de las canciones y de la música. En un mismo género, hay obras desechables y otras que quedarán como muestrario de lo que ha sido.

Hay canciones que en su tiempo fueron populares y que ahora escuchamos de vez en cuando por su calidad.

Entre Pavarotti y Javier Solís hay una gran diferencia en cuanto al género y los temas, pero como productos musicales tienen igual importancia.

Me parece que cuando nos recibimos a la “cultura desechable” nos estamos refiriendo, ante todo, a productos que se hicieron “al aventón” para satisfacer un “raiting” de popularidad, un “trend”. Cuando la demanda de un producto supera la oferta, las compañías suelen sacar del asador cosas que todavía no estaban bien cocinadas.

Ahora que hay tantos canales de televisión, y que las personas gastan tanto tiempo y dinero en tecnología de entretenimiento, nos deberíamos preguntar de vez en cuando ¿qué quedará en diez o veinte años?.

Por otro lado, no es criticable que algunos músicos, escritores, productores, actores- tengan que producir cierta cantidad de “productos desechables” para poner comida sobre la mesa. Lo criticable es que cuando están en mejor posición para decidir qué grabar y qué escribir- ¡Sigan produciendo cosas desechables!

¿Qué sería del cine mexicano si no se hubieran hecho películas como “Macario” o que Ignacio López Tarso se la hubiera pasado haciendo solamente telenovelas?

Por lo pronto, déjenme ver si me queda tiempo para ver “La madame”, y luego les platico cómo se ve Alicia Machado sin comerciales.