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El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius (izq), y la representante europea Catherine Ashton (c) antes del comienzo de la ronda de negociaciones nucleares entre Irán y seis grandes potencias en Viena (Austria) hoy, viernes 21 de noviembre de 2014. Las conversaciones elntran en su recta final, con esfuerzos diplomáticos de última hora antes de la fecha tope para el acuerdo, el lunes 24 de noviembre.
El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius (izq), y la representante europea Catherine Ashton (c) antes del comienzo de la ronda de negociaciones nucleares entre Irán y seis grandes potencias en Viena (Austria) hoy, viernes 21 de noviembre de 2014. Las conversaciones elntran en su recta final, con esfuerzos diplomáticos de última hora antes de la fecha tope para el acuerdo, el lunes 24 de noviembre.
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Viena, 21 nov (EFE).- Los esfuerzos para cerrar un acuerdo que descarte que Irán desarrolle armas atómicas subieron hoy de nivel e intensidad, con una maratoniana jornada de negociaciones entre la República Islámica y las grandes potencias para tratar de solventar, antes del lunes, las importantes diferencias que aún existen.

La llegada a Viena hoy de los ministros de Exteriores de Francia, Laurent Fabius, y del Reino Unido, Philip Hammond, añadió peso político a esta definitiva ronda de contactos, que tiene como fecha límite el lunes 24.

Ya este jueves, su homólogo estadounidense, John Kerry, se había incorporado a los diálogos que dirigen el ministro de Exteriores Mohammad Yavad Zarif, por parte iraní, y la antigua jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, en nombre de la comunidad internacional.

Hasta siete encuentros de todo tipo y con diferentes interlocutores, entre ellos dos con Kerry y Zarif, se sucedieron en el lujoso hotel del centro de Viena que acoge las negociaciones y frente al que hacen guardia cientos de representantes de los medios.

Al abandonar el recinto, Hammond definió hoy los encuentros como “fructíferos”, pero recordó que se trata de un “asunto complejo” y que aún hay “diferencias significativas”.

La posibilidad de que se pueda llegar a un acuerdo antes de la fecha límite pareció tomar forma al anunciarse que todos los ministros partirían hoy mismo hacia sus respectivas capitales, con excepción de Kerry, que tenía previsto viajar a París, para realizar consultas técnicas antes de retomar el diálogo durante el fin de semana.

Poco después, fuentes iraníes descartaron que Zarif regrese hoy a Teherán, argumentando que las negociaciones no han llegado a un punto que haga necesario consultar con los líderes del país.

Se espera que mañana, sábado, llegue a Viena el ministro alemán, Frank-Walter Steinmeier, mientras que fuentes rusas han señalado a Efe que el jefe de la diplomacia de Rusia, Serguéi Lavrov, podría hacer su aparición el domingo.

Este anuncio parece indicar que finalmente existe la posibilidad de un acuerdo, ya que Moscú había anunciado que su ministro sólo viajaría a Viena si hay una opción real de firmar un documento con los iraníes.

Otra pista en ese sentido es que el ministerio de Exteriores de Austria, que presta asistencia logística a la negociación, está acondicionando un salón de grandes dimensiones, que suele usarse en grandes eventos, en el antiguo palacio imperial del Hofburg.

Asegurar que Irán no puede fabricar a corto plazo armas nucleares es el objetivo máximo de unas negociaciones en las que llevan implicados un año Teherán y el llamado Grupo 5+1, formado por las cinco potencias con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Rusia, China, Francia y Reino Unido) más Alemania.

“Irán tiene perfectamente el derecho de acceder a la energía nuclear civil, pero no a la bomba atómica”, aseveró hoy ante la prensa Fabius, resumiendo el núcleo de un conflicto que dura ya doce años, cuando se reveló que la República islámica había desarrollado durante años un programa atómico clandestino.

Uno de los principales obstáculos para un acuerdo radica en definir la cantidad y la pureza del uranio enriquecido que se permite a Irán, debido al doble uso militar y civil que tiene ese combustible nuclear.

El otro asunto polémico es definir el ritmo para levantar las sanciones impuestas desde hace años a Irán por la comunidad internacional para forzarle a negociar sobre su programa atómico.

Mientras que el régimen de los Ayatolás pretende un alivio inmediato de esas medidas, que están ahogando su economía, Estados Unidos y la Unión Europea quieren un levantamiento progresivo en función de que el acuerdo se siga aplicando. EFE