Washington, 10 dic (EFEUSA).- Astrid Silva, la soñadora (“dreamer”) de quien habló el presidente Barack Obama durante el reciente anuncio de sus acciones ejecutivas migratorias, acudió hoy a la primera audiencia senatorial sobre inmigración para mostrar a los republicanos la “incertidumbre” diario de los indocumentados.
“Cuando uno es indocumentado siente incertidumbre. Incertidumbre de no saber si puedes hacer planes para dentro de dos semanas porque no sabes si va a haber una redada. Incertidumbre de no poder planear una Navidad por si deportan a tu papá”, destacó en una entrevista con Efe Silva, nacida en Durango (México).
Invitada por el presidente del Comité Judicial del Senado, Patrick Leahy, la joven, de 26 años, no habló a los senadores de política sino de cómo fue su vida desde que, con cuatro años, atravesó con su madre el río Bravo en una balsa hecha con una llanta.
En ese momento, llegó a Estados Unidos y, como recordó Obama el 20 de noviembre cuando anunció sus acciones ejecutivas en una alocución televisiva, “sus únicas posesiones eran una cruz, su muñeca y el vestido con volantes que llevaba puesto y que su madre le había hecho”.
Preguntada por el guiño que el mandatario le hizo durante su discurso, Silva ríe y recuerda que, cuando Obama le nombró, ella no se dio cuenta y aplaudió con el resto de personas que celebraban las medidas en una sala preparada por el grupo proinmigrante en el que participa, la Alianza Progresiva de Liderazgo de Nevada (PLAN).
“¡Mija, están hablando de ti!”, avisaron a la joven, de 26 años, que en ese momento se dio cuenta de que los niños que estaban sentados en el suelo se habían girado para observarla.
Al día siguiente, el presidente acudió a Las Vegas y allí fue presentado por la activista antes de dar un discurso para divulgar su paquete de medidas, que evitarán temporalmente la deportación de unos 5 millones de indocumentados.
Como Obama, Silva también quiere que los republicanos aprueben una reforma migratoria integral y vean que “los indocumentados son personas, no números y tampoco una cuota de personas que hay que deportar”.
“Somos familias, personas que trabajan duro. Yo aprendí de mis padres que se trabaja duro y, con eso, quiero contribuir a este país”, incidió Silva, quien cree que hay personas dentro del Capitolio que no llegan a entender qué implica vivir como indocumentado.
“No saben lo que es no tener una carta de identidad para ir a una película. No saben que es no tener identificación para sacar a un niño de la escuela si está enfermo. Ellos no entienden eso porque es algo que han tenido toda la vida”, sentenció.
Para Astrid fue duro. Aprendió inglés leyendo el periódico y viendo la televisión pública, se convirtió en una buena estudiante y logró entrar en una escuela de tecnología a espaldas de sus padres, que temían que alguien descubriera que era indocumentada.
El punto de inflexión en su vida lo marcó el verano de 2009, cuando su abuela, que venía de visita todos los años desde México, falleció y ella no pudo viajar al funeral por el riesgo a ser descubierta y deportada.
“Me di cuenta de que algo tenía que cambiar”, recordó la activista, que por aquel entonces estaba ayudando de forma voluntaria al líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, senador por Nevada.
“Estaba muy enojada, triste y decepcionada por no haber podido ir a ver a mi abuelita y, entonces, escribí una carta al senador. Él me dijo que también tuvo dificultades porque el pueblo de Nevada de donde procede, Searchlight, es muy pequeño y la gente suele decir que si naces allí no vas a salir adelante, pero lo hizo”.
Silva y Reid, uno de los más férreos defensores de una reforma migratoria, volvieron a encontrarse hoy en la Cámara Alta antes de la audiencia en el Comité Judicial.
El senador elogió la “incansable labor y valentía” de la mexicana, criticó a los republicanos por haber bloqueado la reforma migratoria que el Senado aprobó hace casi dos años y urgió al nuevo Congreso a tomar cartas en el asunto y aprobar, por fin, una ley que repare un sistema migratorio “roto”. EFEUSA
