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En su visita a Los Angeles, la Sonora Dinamita que tiene los papeles del pasaporte a la legalidad, asegura que aquí es el centro de la piratería del nombre, y que podría haber unas seis sonoras que lucran con esa “marca”.

En una entrevista, Eddie Guerra y otros miembros aclaran las cosas.

-La Sonora Dinamita es una institución. Se le ha escuchado por todas partes. Pero han pasado cosas que la han hecho como la Santísima Trinidad: un nombre que se divide en varias agrupaciones. Yo quiero que nos explique ¿qué pasó?

“Es importante que se sepa que el nombre de Sonora Dinamita nunca perteneció ni a Lucho Orgaín, ni a Fruko ni a nadie”, dice Eddie Guerra, productor y director musical. “El nombre y marca es único y exclusivo de su creador Antonio Fuentes, de Discos Fuentes, que en paz descanse, hoy es Miami Records. Por lo tanto, es un nombre y marca registrado, sin el permiso de Discos Fuentes que son los únicos dueños. A través de la historia de la Sonora Dinamita, en Colombia, se armaba una selección de músicos de estudio para grabar todo tipo de grabaciones, y cuando pegan, arman el grupo con más gente.

Entonces, la Sonora Dinamita empieza con el señor Lucho Argaín, como cantante, que en paz descanse. Pero hasta 1968, que entró al Mercado mexicano un LP, con El Meneito, donde salió Se me perdió la cadenita.

Con ese éxito logró penetrar al mercado mexicano. Empezaron los éxitos, los discos de oro y de platino: El Africano, El viejo del sombrerón, No te metas con mi cucu… Después de Lucho, viene la cantante Margarita, pero tuvo problemas con Lucho y armó la Sonora de Margarita. Ella no dijo que era la Sonora Dinamita. Ella sabía cómo estaba la cosa. En ese mismo lapso pasó la India Meliyará, Rodolfo y otros cantante de renombre… Pero la Sonora Dinamita es una institución, adonde llegan gentes y pasan. El nombre no es potestativo de nadie, es de Discos Fuentes y Miami Records, que en este momento tienen un convenio con el señor Oscar Flores, de Representaciones Artísticas Apodaca. Con el se comprometen a que él venda eventos, y Discos Fuentes y Miami Records, los discos. Los únicos que pueden vender eventos con el nombre de Sonora Dinamita, son los de Apodaca. Así está todo. Pero hay una serie de grupos apócrifos y piratas diciendo que ellos son los originales. Esa gente va a ser castigada por la ley, por esa infracción mundial”.

-¿Cuántos grupos han identificado ustedes?

“Hay muchos. Es más, aquí en Estados Unidos, estamos en la tierra de los piratas. Son como seis, todos aquí, y en Los Angeles, donde está la piratería más difundida. El problema, incluso, es que los directores no tienen solvencia musical para dirigir una Sonora Dinamita. Muchos estuvieron alguna vez en la Sonora Dinamita, pero de eso no se trata. Alguien que estuvo alguna vez tocando, o estuvo de utilero no puede hacer una sonora. Hay alguien de San José, Costa

Rica, que hizo una que no es colombiana. Con quienes si estamos muy agradecidos es con México, porque si quiere nuestra cumbia, y la Sonora Dinamita siempre ha estado en México”.

-En una Enciclopedia de la Música en el Mundo (Penguin), se incluye a la Sonora Dinamita como la representante de la música colombiana ¿qué les dice esto? ¿cómo se sienten de estar en los zapatos de esa institución? ¿y tienen bronca personal con quienes alguna vez estuvieron ahí?

“Con la primera pregunta: para nosotros es un gran honor. Es una gran responsabilidad llevar ese nombre. En referencia a los compañeros de otros grupos, nosotros nos concretamos a producir música, tenemos temas en todo México, en primer lugar. Pero no queremos defraudar al

público. Pero ¿qué hacen esas otras sonoras dinamitas? Están cobrando 500 dólares, por ende, la calidad musical es mediocre. Lo que debe saber la gente es que nosotros tenemos consistencia musical, porque somos un grupo que no se formó en cinco días para tocar en un

bailecito. Segundo, nosotros no estamos representados por cualquiera. El señor Oscar Flores es ampliamente conocido, desde Kumbia Kings y Bronco los tiene. Pero nosotros no tenemos bronca con ningún músico.

Yo soy amigo personal de Fruko, inclusive muchas de esas personas que empezaron tuvieron la culpa de que ocurriera eso. Tengo noticias de credibilidad de que esas personas armaban cuatro sonoras dinamitas, solo para ganarse el dinero”.

-¿Cree usted que si llegaran a limar todas las asperezas, en algún momento se podrían reunir a tocar todos los que han estado en las sonoras dinamitas?

“Es posible. De nuestra parte, no hay ningún impedimento de tipo moral, ni psicológico, para estar con ellos, porque, además, son colombianos”.

-Ustedes han sabido representar una música muy popular, pero ¿qué sacrificios han hecho para cumplirle a la música?

Todos responden que el sacrificio de no poder ver frecuentemente a sus familias es el principal. Unos, han dejado a sus familias en Colombia, otros en República Dominicana o México.

El Buri, por ejemplo, en 5 años casi se la ha pasado en México, sin poder regresar a Cartagena, Colombia.

“El año pasado murió mi padre, y yo estaba tocando”, agrega Eddie. “Eso fue en Monterrey, México, de donde nos movemos a EU y a México. Es triste saber que a un familiar tuyo lo están enterrando y tu estás armando un baile. Yo no pude ir al entierro”.

“Yo una vez en República Dominicana me mandaron a llamar para tocar, y pude conseguir un traje, pero no zapatos, y me tuve que quedar atrás, porque traía tenis”, dice Héctor Lázaro.

A Chalío le preocupa haber dejado a la esposa… “No, no le dejé sustituto, porque hablo todos los días y estoy checando”.

-Ahorita son tantos los ritmos que están surgiendo en el mundo de la música. En la cumbia, unos tocan con acordeón, otros sin él… ¿qué define en este momento la cumbia?

“En primer lugar, la cumbia nunca ha tenido acordeón”, dice Eddie; “la cumbia original es triétnica: indígena, africana y europea. Los tambores son africanos. La cumbia no es con acordeón, sino con instrumento que es la gaita eneyo, que es el tallo acanalado de una

gramínea, al cual se le hacen cuatro o seis agujeros y una pluma de pato. El acordeón es para el vallenato. La cumbia nunca fue vallenato. La cumbia tiene su propia personalidad. Pero, en México, se le llama cumbia a otra cosa que no es cumbia. La cumbia norteña no existe, es un acomodo de porro y cumbia a lo mexicano. Pero como evolución y transculturización, la gayta ha dado pie a las trompetas y clarinetes, para darle más volumen”…

-Pero ahorita ¿a dónde va?… Yo imagino que no pueden sustraerse de la moda, y de la comercialización.

“Eso si. Nosotros estamos mezclando algunos aires, como el reggaetón. Uno tiene que acomodarse a los tiempos modernos, porque si no no va a estar vigente con la gente joven. Hay que darle gusto a la gente grande, pero también hay que estar al día con lo nuevo”.

-Hay temas que ya son clásicos y se conocen en México y China, pero ¿creen que todavía ahorita se pueden generar temas de ese nivel?

“El estilo base de la cumbia debe ser el mismo. Pero necesita variantes, es como seguir cocinando con leña, habiendo hornos de microondas. La música hay que vestirla”.

-¿De los temas de esta época cuáles creen que se vayan a estar escuchando de aquí a unos veinte años?

“Eso es impredecible, porque hay algunos temas que son desechables, como algunos pañales de los supermercados. Ahora hay mucha afluencia de música, y cuando salieron los primeros temas no tenían mucha competencia. Ahora, uno saca un disco, y otros sacan veinte. No da

tiempo. La radio es también otra cosa. Antes, había pocos grupos y un tema lo tocaban 10 años. Hoy, a los seis meses te quitan, porque vienen otros temas nuevos. Nosotros trataremos de hacer éxitos, pero es impredecible lo que va