Skip to content
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

El oleoducto Keystone XL se ha vuelto una nueva manzana de la discordia dentro de la política norteamericana entre presidente y cámaras legisladoras.

Ayer precisamente, Obama vetó un proyecto de ley que haría posible la construcción de dicho oleoducto que podría transportar alrededor de 830,000 barriles de petróleo crudo diarios de un extremo al otro del país, conectando Canadá con el Golfo de México.

La parte positiva de Keystone XL sería la generación de nuevos empleos en todo el país, hecho que enfatizan los que apoyan su construcción; sin embargo, la casa blanca considera que el impacto económico no sería tan grande como estos dicen.

El impacto ambiental, por otro lado, si podría ser muy importante. Es por eso que la casa Blanca decidió vetar la mencionada ley, ya que los legisladores quieren evadir un proceso de estudio para tasar el impacto del posible oleoducto sobre el medio ambiente.

Es obvio pensar que si los legisladores quieren evitar que dicho estudio defina el futuro de Keystone XL, ha de ser porque muy probablemente, el impacto ambiental sería de hecho sería muy grande, y por lo tanto, de ser demostrado, su construcción podría ser vedada definitivamente.

Hay que tener en cuenta que hay mucho dinero e influencias que respaldan que se haga esta pipa gigantesca que atravesaría el país; pero la presión de organizaciones ambientales y activistas han hecho posible que el gobierno siga la ruta lógica antes de tomar una decisión.

Y es que por un lado, a corto plazo la generación de empleos suena muy atractiva; pero por otro, a largo plazo, el posible efecto devastador sobre el ambiente podría terminar mermando y empequeñeciendo las cosas positivo de dicho proyecto.

Obama se enfrenta ahora a otra lucha. Su veto sobre esta ley podría ser removido si -como amenaza John Boenner, presidente de la cámara del congreso-, dos terceras partes de ambas cámaras votaran a favor de hacerlo.

Obama, en una carta enviada al senado, argumenta: “este proyecto entra en conflicto con los procedimientos establecidos por el brazo ejecutivo” y “ataja la consideración sobre temas que pueden tener impacto en el interés nacional, como la seguridad y el medio ambiente”.

El presidente ha amenazado formalmente en varias ocasiones con vetar otras medidas por parte de los legisladores, como las enfocadas a anular las reformas de salud, la acción ejecutiva sobre inmigración y otras reformas hechas sobre el sistema financiero.

A pesar de eso, la actitud combativa de parte de los legisladores toma tintes pueriles al atacar medidas ya logradas. Estos últimos años, la falta de acción de parte de las dos cámaras fue más que notoria, y ahora, de repente, despiertan de su largo letargo tan solo para estorbar y retrasar el proceso de cosas con sentido logradas por el presidente. ¿A dónde vamos a parar con todo este circo?

Mándenos sus comentarios a: rmsandoval@live.com