Skip to content
La Avenida Florence en Huntington Park.
La Avenida Florence en Huntington Park.
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

Me encontré a Fuleman en una tienda de segunda de Huntington Park.

-Ese mi Fule ¿quibo dónde te habías escondido?

-No. No me he escondido. Lo que pasa es que como yo no estoy en el ciberespacio, piensan que no existo esos feisbukeros cara de pantallas extraplanas.

-No te enojes Fule. Perdónales la vida. Tu sabes: es la moda. Y ya para qué te pregunto si te vas a comprar el nuevo relojito de Apple que anunció Tim Cook.

A mi amigo le llamo Fule Mandinga por la forma en que representa la canción de Jorge Cafrune. Es una “calavera con diploma, blandito de corazón”, que nunca tiene miedo a la honestidad.

-Mirá vos, no jodás, a mí no me meten esa vaina de que si no tienes lo último de lo último eres lo más atrasado de lo atrasado. A ver decíme cuántas veces te has parado a un biblioteca- Ah ahhh- O ¿cuándo fue la última vez que te leíste un libro?… Yo, mira, así, bajita la mano, estoy bien informado- Y si, no te voy a decir que no, a veces consulto la computadora, pero cuando mi cabeza está llena de preguntas. Pero, así, comprar una babosada nueva nomás porque todos la traen, no me late.

Fulemán estaba comprando un librerito de segunda, algo que le fue fácil encontrar porque ya no mucha gente compra libros, ni siquiera para adornar la sala.

En un tono menos arisco, Fule me platicó de cómo llegó a estimar aquel relojito Caravelle de Bulova al que se le veían las tripas. Se lo había dado su madrina, cuando fue a visitarlo a Ahuachapán. El relojito aunque no era muy caro lo sacaba de aprietos cuando era estudiante. Lo empeñaba, y así sacaba para los frijoles.

-No lo tomes a mal, vos, pero yo siempre he tenido claro para qué son las cosas. Por eso me gusta tener herramientas, más que vestir a la moda. Tengo mi baumanómetro para chequearme la presión, mi reloj de pulsera para medir bien mi tiempo y no llegar tarde a las citas importantes, y mi arañita de cuatro ruedas para cuando no puedo usar el camión, pero tengo bien claro que la tecnología siempre es eso, una herramienta, no un “símbolo de estatus” para apantallar a los pendejos que se dejen-

-Ok, ok- Fule, pero ¿qué le parece si nos vamos a echar unas pupusas con loroco?