En general, podemos decir que en términos de tratamiento de enfermedades, la prevensión suele ser la norma. Pero mientras que en un mundo ideal, se usarían los antídotos para prevenir o para tratar enfermedades; en el mundo real, ciertos antídotos se usan de otras formas, sin importar los efectos de esos usos en nuestra salud.
Hablo en específico de los antibióticos. Su uso indiscriminado y sin regulación en la cría de ganado porcino, vacuno y aviar; que terminarán siendo usados para consumo humano, es motivo de gran preocupación para todos; sin embargo, las autoridades y los noticieros parecen centrarse en problemas como los contagios de sarampión, que según las cifras, parecen posar menos peligro que los efectos del mal uso de los antibióticos.
Y son un problema generado por la industria alimenticia/ganadera. ¿Pero como? Por un lado, los antibióticos hacen crecer más y de forma más acelerada a los animales. Pero por el otro, este uso da como resultado súper bacterias resistentes a dichos antibióticos. Estas son generadas cuando, al alimentarnos de animales que han sido criados a base de antibioticos de forma continua, esos medicamentos nunca requeridos por nosotros terminan en nuestro torrente sanguíneo.
Al ser insuficientes para combatir bacterias que existen en nuestro cuerpo, esos antibióticos terminan haciendo que esos organismos se hagan más fuertes al no recibir las dosis necesarias para matarlos, lo cual suele resultar fatal para muchos de los que terminan siendo infectados.
De hecho cada año, dos millones de personas en Norteamerica resultan infectadas por súper bacterias resistentes a los antibióticos. De estas, alrededor de 23,000 morirán según cifras de la CDC (Centro para el Control de Enfermedades).
Comparemos este hecho con el último contagio masivo en California. Los contagiados fueron alrededor de 140 personas. A su vez, la cifra de muertes por sarampión hasta mayo del 2014 fue nula. Así es, ninguna persona murió por sarampión o ha sido reportada muerta desde el año pasado. Ni siquiera hubieron reportes de alguien con encefalitis, uno de los mas temidos posibles efectos.
A pesar de esto, los noticieros se centraron tanto en el suceso, que se creó una alarma exagerada entre la población, al punto de que algunos legisladores decidieron crear una propuesta de ley que obligue a todo el mundo a inyectarse vacunas aprobadas por la FDA (Agencia de Fármacos y Alimentos en inglés).
Sin embargo, la corrupción admitida por trabajadores de dicha agencia, el cual es el organismo que debería regular la entrada de medicamentos para garantizar su seguridad, no genera más que dudas sobre productos aprobados, entre ellos claramente, están las vacunas.
Por muchos años , la dudosa tarea de la FDA no hace mas que acrecentar la desconfianza en los farmacos que usamos.
Por otro lado, enfermedades como el sarampión en un país como este donde se reciben cuidados apropiados, termina siendo pasajera y además, también acaba dejándonos el beneficio de una inmunidad de por vida; cosa que las presentes vacunas no logran.
Las súper bacterias son algo que en primer lugar, ni siquiera deberían existir, sin embargo, se han convertido en un problema bastante temible actualmente. El uso indebido de antibioticos de las empresas ganaderas es lo que las han generado. En conclusión, la falta de regulación del gobierno es la creadora de un problema sanitario alarmante.
Sin importar el número anual de muertos por superbacterias (cerca de 23,000 cada año), la prioridad del congreso está ahora en hacer las vacunas obligatorias, cuando en realidad, su enfoque debería estar en crear una prohibición sobre el uso indebido de antibióticos entre las granjas ganaderas de la nación. Sin este cambio necesario, esa gran cifra de infactados y muertos, seguirá siendo irremediablemente un corre el riesgo de ser mayor.
Me pregunto ¿por qué no se hablará sobre los antibióticos de igual o mayor forma que con las vacunas en los noticieros de todo el país?