Los canales de la comunicación es la materia que se usa para enviar mensajes. El hombre de las cavernas dibujaba en rocas. Los indios americanos enviaban bolas de humo. El papel, como este que está usted sosteniendo es uno de los canales que más ha perdurado en la comunicación.
En la actualidad, los canales de comunicación han cambiado tanto, que se llega a pensar que todo en la comunicación se hizo diferente.
No hay tal cosa, no del todo.
El desarrollo de los canales de comunicación, no ha creado automáticamente mejores comunicadores, y una comunicación más eficiente.
La comunicación es un intercambio de mensajes, donde el emisor da forma a un mensaje (lo codifica en un lenguaje) y el receptor lo decifra y envía otro mensaje. La alternancia entre comunicador y receptor (yo te doy y tu me das) posibilita la comunicación. Si el mensaje fluye para un solo dado, se dice que no hay comunicación, sino información, es decir la formación de una conducta bajo los interéses del emisor.
Supuestamente, en estos tiempos de teléfonos celulares, computadoras y tabletas, todos podemos ser emisores de mensajes, ya que todos tenemos un aparato para enviarlos.
Ciertamente, casi todos disponemos de los canales para hacerlo, pero no todos tenemos la misma “alfabetización tecnológica” para ser eficientes comunicadores.
Empezando por lo básico: aunque muchos puedan “textear” y escribir “memes” y chistes, la falta de lectura y dominio del español o inglés los limita muchos.
Luego viene la “gramática fotográfica”: todos pueden tomar fotos, incluso con mucho detalle, pero el encuadre, la composición y la relevancia de los temas suele ser espantosa y repetitiva.
Ciertamente que el número de los comunicadores se ha multiplicado y hay excelentes sitios en la Internet de aficionados que recopilan y producen buenos contenidos. Esto ha ocurrido porque ellos se han preocupado de estudiar por su cuenta las reglas para elaborar mensajes que sean eficientes en comunicar lo que ellos desean.
Esto no ha eliminado el problema del control de los medios en unas cuantas manos. Tampoco ha hecho plano el terreno de la comunicación. Las compañías con más micrófonos, cámaras y personal puede producir una cantidad mayor que usted con su cuenta de Facebook.
Pero si usted es una persona bien informada, y sabe cómo producir mensajes de manera eficiente, lo van a tener que escuchar. Puede ser que hasta multiplique viralmente sus mensajes,
