Hace una semana escribí mi columna sobre el voto negativo que dio el senado estadounidense para dar el pase libre (Fast Track) que pide Obama al Tratado Tras Pacifico o Alianza del Pacífico (TPP en inglés) para evitar que se altere el reglamento hecho en pro del crecimiento empresarial a costa de la clase trabajadora.
Pero al parecer el presidente no pudo aceptar un no por respuesta.
Sorpresivamente, un día después de haberse tomado la decisión sobre la medida en el senado, esta fue puesta a votación nuevamente, aunque en esta ocasión pasó.
O sea que literalmente, de un día para el otro, muchos de los que votaron en contra, cambiaron de opinión al respecto de forma mágicamente rápida. Esto a pesar de que el TPP atenta contra la soberanía de distintas naciones -incluyendo la nuestra-, todo en pro de las ganancias.
Por otra parte, un tratado cuyo reglamento se desconoce por nuestros legisladores no debería ser aprobado por nadie que se precie de poseer sentido común o de representar a otros.
Al respecto, Elizabeth Warren y Joe Munchin, buscan pasar un proyecto de ley que obligaría a Obama a revelar al congreso los términos del TPP o cualquier otro tratado dos meses antes de llevar a cabo una votación para otorgarle un pase libre, el cual en este caso, es el siguiente paso necesario para hacer realidad los deseos del presidente y múltiples trasnacionales que esperan ansiosos que el TPP llegue a ser realidad.
La Ley de la Transparencia de Tratados, como la llamaron ambos senadores, fue acuñada buscando que el presidente siga el mencionado procedimiento antes de adquirir un pase libre.
Esto abre las puertas al debate nacional sobre si el acuerdo en cuestión en o no bueno para todos. También hace posible que los legisladores hagan la tarea que se les requiere: crear leyes para el provecho de la nación, no solo de unos cuantos.
¿Qué es lo que teme tanto nuestro presidente que rehúye a la transparencia?
Si este tratado es en realidad tan bueno para los trabajadores americanos como dice, entonces no debería temer mostrarlo a la vista de todos. El que haga precisamente lo contrario es de lo más sospechoso, y obviamente, razones habrán de sobra para que lo esté haciendo así, ¿no lo cree?
