Salvador Carmona y Aarón Galindo volvieron a la Cruz Azul tras su expulsión de la selección mexicana pero la prensa especula sobre las causas que se ocultan bajo el pretexto de los códigos secretos.
El dopaje de los jugadores, actitudes y conductas contrarias a las leyes alemanas, y hasta las riñas en la concentración son las especulaciones centrales con las cuales la prensa mexicana intenta para descifrar y explicar las expulsiones de Carmona y de Galindo.
La expulsión de estos jugadores, fue según las versiones oficiales de la Federación, una decisión consensuada de los seleccionados y los directivos que consideraron que los “actos de indisciplina” de estos jugadores amenazaba la armonía del grupo.
Estas explicaciones no parecen suficientes para una prensa mexicana que ha luchado en los últimos años por la apertura informativa, especialmente cuando se afectan el interés general, como ocurre ahora con la selección mexicana.
El diario Esto culpó a los directivos mexicanos por el mal manejo del caso de la expulsión de Carmona y de Galindo y consideró que cualquier cosa que hayan hecho, la especulación provocada y alimentada por quienes debían evitarla, “daña, lastima y destruye” al fútbol mexicano.
”¿Se habrán peleado? ¿Se habrán salido de la concentración? ¿Habrán armado lío en la concentración”, se preguntó el enviado del Esto a la Copa Confederaciones.
El Ovaciones consideró que la “falta debió ser muy grave” para que los echaran y especula que ambos jugadores pudieron haber celebrado “en exceso” el triunfo sobre Brasil, en el segundo partido de la Confederaciones.
”¿Qué indisciplina tan grave pudieron haber cometido Carmona y Galindo para que fueran expulsados?”, se preguntó el Ovaciones y como posible respuesta señaló que tal vez los jugadores fueron enviados a México “para no tener líos con la ley alemana”.
El diario La Afición-Milenio, apuntó que la posible respuesta a la salida de los jugadores ha sido la sospecha de que ambos jugadores se doparon.
Carmona dio positivo recientemente en México y el mantenerlos en Alemania era arriesgado porque podían ser sorteados para someterse a pruebas, señaló el rotativo.
El Récord comentó que los jugadores “rompieron la armonía del equipo” y que fueron los mismos compañeros los que no permitieron la ruptura de los “códigos internos”.
Los jugadores llegaron a la capital mexicana y de inmediato tomaron un vuelo al balneario de Ixtapa, en el pacífico, para unirse a los entrenamientos de su club Cruz Azul, que ha decidido darles todo el apoyo en este caso.
Estas explicaciones no parecen suficientes para una prensa mexicana que ha luchado en los últimos años por la apertura informativa, especialmente cuando se afectan el interés general, como ocurre ahora con la selección mexicana.
Actualmente, los mexicanos pueden saber el costo de las toallas que usa el presidente Fox y el salario de cualquier gobernante, pero no pueden conocer los detalles de un problema en la selección que afecta la imagen del país en todo el mundo. EFE.
