México, 12 jul (EFEUSA).- Los Gobiernos de Morelos y del Estado de México informaron hoy de que están en alerta y a disposición de las autoridades federales para ayudar en las tareas de búsqueda del narcotráfico Joaquín El Chapo Guzmán, fugado el sábado por la noche del penal Altiplano I, en Almoloya de Juárez.
En declaraciones a Milenio Televisión, el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, explicó que desde el primer momento las autoridades de ese estado están “en coordinación con el comando de la zona militar” ubicado en ese territorio y “las fuerzas federales y estatales en un operativo de blindaje” del área.
“Estamos muy alerta, vamos a estar atentos a toda la información que se pueda recabar”, aseguró.
Para Ramírez, la fuga del Chapo “pone en evidencia que hay una profunda crisis en el sistema penitenciario” mexicano.
Por su parte, el secretario general de Gobierno (Interior) del Estado de México, José Manzur, reveló también a Milenio Televisión que el sábado habló con el comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, y le dijo que su gobierno está “dispuesto a apoyar” en lo que sea necesario.
De hecho, el Estado de México ya envió a “300 elementos de seguridad ciudadana” al penal Altiplano I, detalló Manzur, al reiterar al Gobierno federal que sus autoridades y funcionarios están “listos” para intervenir.
Las fuerzas de seguridad mexicanas efectúan este domingo un amplio despliegue para capturar al capo, mientras 18 custodios de la cárcel de la que se fugó son interrogados en las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
Además de reforzarse “la seguridad perimetral” del presidio se han establecido “puntos de revisión en las principales vías de acceso a los asentamientos, municipio y estados vecinos”, relató este domingo en una comparecencia de prensa el titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido.
También se han suspendido las operaciones en el aeropuerto internacional de Toluca y se ha activado “un equipo técnico de vigilancia aérea”, según Rubido.
El funcionario aclaró que en la cárcel “se suspendió la entrada y salida de personas”, y “el personal que estaba en funciones no podrá abandonar el penal y el turno que lo revelaría no tendrá acceso al mismo”.
Guzmán se fugó por un túnel hasta un domicilio ubicado a 1,5 kilómetros de distancia, fuera del penal.
En la celda del fugitivo se encontró “un hueco de 50 por 50 centímetros y 1,5 metros de profundidad que comunicaba con un conducto vertical” de unos 10 metros y éste a su vez con el túnel, que contaba con una motocicleta para extraer la tierra mientras se excavaba.
Es la segunda vez que Guzmán se escapa de una cárcel de máxima seguridad después de huir de la de Puente Grande, en la ciudad de Guadalajara (oeste de México) en enero de 2001. EFEUSA
