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MONUMENTO A SIMON BOLIVAR, EN LA PLAZA DEL ALAMO, DE SAN FRANCISCO, CALIRONIA. LA CIUDAD DE SAN FRANCISCO HA SIDO UNA DE LAS CIUDADES MAS TOLERANTES CON LA INMIGRACION INDOCUMENTADA.
MONUMENTO A SIMON BOLIVAR, EN LA PLAZA DEL ALAMO, DE SAN FRANCISCO, CALIRONIA. LA CIUDAD DE SAN FRANCISCO HA SIDO UNA DE LAS CIUDADES MAS TOLERANTES CON LA INMIGRACION INDOCUMENTADA.
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El país podría estar instaurando “La ley de Kate”, la cual evitaría que el gobierno federal de dinero a ciudades santuario como San Francisco que en el presente no permiten que la policía o los empleados municipales pregunten sobre la situación inmigratoria de ningún individuo.

Sin embargo, el desafortunado evento que propició que naciera dicha propuesta de ley tiene aun varías imprecisiones.

La misma familia de Kate Steinle, la joven de 32 años que murió por una bala presuntamente disparada por un inmigrante indocumentado, está demandando al Sheriff y a agencias federales.

En primer lugar, Steinle murió por el impacto de una bala, no de tres como manejara el Sheriff de San Francisco.

En segundo lugar, la versión de haber sido accidente de Juan Francisco López Sánchez, el indocumentado de origen mexicano acusado del homicidio, pudiera ser ratificada por Michael Hunter, el médico forense, quien dice que el orificio rectangular -no oval- que dejó la bala, le dice que esta rebotó en otra superficie antes de causarle la muerte a Steinle. Esto simplemente validaría que la fatalidad fue accidental, no intencionada como se ha hecho creer en todos los medios. El mismo Sheriff sigue insistiendo en que la bala siguió una trayectoria recta. lo cual hace parecer como que el asesinato fue intencional

Por otro lado, el arma encontrada bajo una banca envuelta en una camiseta, fue reportada como robada del carro de un guardabosque del cual no se menciona su nombre.

Si bien en el pasado se mencionaba a un “agente federal”, en el caso de los guardabosques, sus armas deben ser mantenidas en un casillero cerrado con llave y sin carga, lo cual no sucedió en este caso. Este último hecho, además de que Sánchez no fue deportado y fue soltado por las autoridades después de ser detenido, está también incluido en la demanda.

Lo triste de todo este asunto es que sirvió de escarnio para atacar una vez más a los inmigrantes. Y ahora, parece ser que independientemente de que haya sido accidental o no, los legisladores decidirán si la ley de Kate procederá o no, todo basada en la paranoia instigada por Donald Trump.