Skip to content
Najee Ali, del Project Islamic Hope, junto a activistas el, martes 23 de junio de 2015, participando en una protesta en Los Ángeles (EE.UU.), en apoyo al retiro de la bandera Confederada de los predios del Capitolio del estado en Carolina del Sur. Desde el asesinato de nueve afroamericanos en una iglesia en Charleston se incrementaron las peticiones a retirar la bandera Confederada.
Najee Ali, del Project Islamic Hope, junto a activistas el, martes 23 de junio de 2015, participando en una protesta en Los Ángeles (EE.UU.), en apoyo al retiro de la bandera Confederada de los predios del Capitolio del estado en Carolina del Sur. Desde el asesinato de nueve afroamericanos en una iglesia en Charleston se incrementaron las peticiones a retirar la bandera Confederada.
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

Los cambios son duros… para todo el mundo. Pero lo son más cuando dichos cambios se piensan innecesarios.

Esto es algo por lo que están pasando todos esos estados sureños de EE.UU. cuyos monumentos y banderas confederativas están siendo removidos por mandato judicial.

Tal vez recuerden que hace apenas unos meses, el alcalde de New Orleans, Mitch Landrieu, hizo un llamado para remover ciertos monumentos de la guerra civil ligados al racismo tan impregnado en estados como este. Todo esto sucedió después de que nueve personas en una iglesia afroamericana fueran masacradas por motivos raciales. Banderas de todo el país fueron izadas a media asta. Todas, menos las confederadas en New Orleans. Es esto precisamente lo que motivó el enojo de la gente de color del estado y de todo el país.

“Nosotros, la gente de Nueva Orleans, tenemos el derecho y el poder de corregir estas equivocaciones históricas” fueron las palabras del alcalde.

Aunque claro, previendo la ola de oposición que se le vendría encima, el alcalde mencionó que tal vez podrían encontrar hogar para esos monumentos en parques en los que reflejen la historia de la ciudad.

Pues bien; apenas este martes pasado, el auto de lujo del que fuera contratado para llevar a cabo el desarraigo de los monumentos; fue incendiado. Esto pasó después de que David Mahler, dueño de la compañía H&O y del ahora incinerado Lamborghini, fuera amenazado de muerte. Esas amenazas se extendieron hacia su familia y también a sus empleados.

Esto es una simple muestra de lo que la aversión al cambio en extremo puede producir.

Pero la cosa no es tan simple.

Las personas que se oponen, sobre todo aquellas que cometieron la incineración del Lamborghini de Mahler, no aceptan el hecho de que ciertas usanzas de años atrás ya no sean bien vistas por el resto del país. Y con ‘usanzas’ me refiero al racismo descarado hacia personas de raza distinta a la blanca.

En realidad, el quitar monumentos y el prohibir que la bandera confederada sea ondeada en edificios gubernamentales, es simplemente un gesto simbólico, un decir, “no aceptamos tu racismo; porque simplemente no está bien”. Es esto precisamente lo que tiene furiosa a toda esa gente que sigue cometiendo crímenes en pro de una supremacía blanca.

Aunque, a pesar de este tipo de incidentes en estados sureños, la lucha por la justicia racial no es únicamente un problema del sur de EE.UU.; es más bien del país entero.

Y es que el racismo no tiene que ser descarado y flagrante para ser expuesto. También puede ser sutil, ambiguo, pasivo- y sin embargo, continúo activo. Ciudades como Los Angeles, Nueva York, Boston, etc., sufren de un apartamiento racial generalizado, esto según un estudio de UCLA hecho por John Kucsera y Gary Orfield en el 2014;.

Según Jay Parini, columnista de CNN, la segregación comienza con las escuelas. Como él dice, mientras que las escuelas sean localmente subsidiadas y no de forma federal, los vecindarios pobres seguirán teniendo escuelas pobres, siendo esto una receta para la continuación de la pobreza y, definitivamente, de la segregación racial.

Hacer este tipo de cambios, y el aceptar que sean hechos, no es fácil para los que gozan que las cosas sigan como hasta ahora. Según palabras de Parini, es más fácil decir: “¡bajen esa bandera!”.

Mándenos sus comentarios a: rmsandoval@live.com

NOTAS RELACIONADAS:

– MLK: ¿Qué ha cambiado… o mejor dicho; ¿qué no?