Leo Santa Cruz se sentó en el ring de Los Ángeles Boxing Club, una tarde reciente. Momentos antes, había estado con un joven en una silla de ruedas, tomándose fotografías con él y poniendo una sonrisa en su rostro.
Un diablo de boxeador, Santa Cruz también es conocido por ser un hombre de mucho carácter. Es algo que se ha desarrollado durante los malos tiempos, mucho antes de que Santa Cruz se convirtiera en un boxeador con títulos mundiales en tres categorías.
La escena era en Lincoln Heights, una zona pobre donde los padres de Santa Cruz hicieron lo mejor que pudieron para formar una familia en condiciones difíciles.
Sólo los fuertes sobreviven. Santa Cruz lo hizo, y algo más.
“Hemos sufrido mucho”, dijo Santa Cruz, quien este 30 de julio hará la defensa de su título de peso pluma contra Carl Frampton (22-0, 14 KOs) de Irlanda del Norte en el Barclays Center en Brooklyn (en Showtime). “Yo no tuve nada cuando crecía. A veces, cuando íbamos al gimnasio, teníamos que ir en el autobús, o caminar. A veces tuvimos que pedir prestado unos cinco dólares para poner gasolina en el coche para que pudiéramos ir al gimnasio. Y no teníamos (suficiente) para comer “.
Santa Cruz sacude la cabeza sólo de pensar en aquellos tiempos.
“Pero ahora, viendome a mí mismo, a veces me detengo y realmente imaginar todo lo que pasé,” dijo Santa Cruz. “Todavía no puedo creer todo lo que tengo ahora. Ahora no tengo que sufrir para comer. Antes le batallamos. No teníamos (dinero) para un galón de leche. Nos gustaba comprar las sopas, 10 por un dólar. … Recuerdo que mi madre y mi padre hacían todo lo posible para alimentarnos.
“Incluso íbamos a las iglesias porque daban comida a los pobres.”
Mírenlo ahora.
Con un récord de 32-0-1 – el empate fue en su segunda pelea en 2007 – y 18 nocauts, Santa Cruz ya ha hecho lo suficiente como para merecer el Salón de la Fama Internacional. Santa Cruz ha ganado importantes títulos en las divisiones de peso gallo, supergallo y pluma. Él está en 11-0 en peleas de título mundial, y casi no lo puede creer.
“Creo que mi legado en este momento hasta ahora es más de lo que soñé, más de lo que pensé que podría alcanzar”, dijo Santa Cruz, de 27 años. “Cuando era pequeño, trabajé mucho y mi sueño era convertirme en campeón mundial. Pensé que iba a ser campeón del mundo quizá sólo una vez.
“Nunca soñé que iba a ser campeón del mundo en tres ocasiones, que iba a ser capaz de llegar a 32-0. Sé que fue muy duro para llegar a donde estoy, nunca lo imaginé. La verdad, probablemente no lo creía yo. Me parecía que era demasiado difícil, imposible “.
Él sabe que no es, por lo que quiere más. Santa Cruz dijo que quiere subir hasta tres categorías de peso más.
“Mis objetivos han crecido”, dijo. “Quiero ganar el título en 130, 135 y, con suerte, incluso 140.”
No será fácil, ya que Santa Cruz ha tenido tres peleas de peso pluma y no ha llegado al límite de las 126 libras – llegando a un máximo de 125. Ni siquiera es una gran pluma en este punto.
“Puede sonar duro, pero eso es lo que nos gusta”, dijo Santa Cruz. “Nos encanta escuchar” imposible “. Es por eso que trabajamos muy duro para lograrlo.”
Parece que todo lo hace Santa Cruz es un trabajo duro. Además de entrenar para sus propias peleas, que está ayudando a su padre José a batallar con el cáncer de la médula, y recientemente comenzó su propia compañía promotora de boxeo llamado Last Round Promotions.
Sam Watson es la mano derecha de Al Haymon, para quienes pelea Santa Cruz bajo la bandera de Premier Boxing Champions. Watson sugirió a Santa Cruz comenzar su compañía por la mejor razón.
“Es increíble lo que Leo Santa Cruz ha hecho en este juego de boxeo”, dijo Watson. “Aparte de lo que ha hecho, que ha ayudado a muchos de sus amigos para conseguir oportunidades para pelear … Él tiene sus propias pequeñas peleas viene a veces y siempre tiene uno de sus combatientes en la tarjeta con él. Leo Santa Cruz es un sorprendente joven peleador mexicano que mostró al mundo cómo devolver los beneficios”.
En cuanto a su padre, José Santa Cruz trabaja en la esquina de Leo junto con el hermano de Leo, Antonio, que estará encargado contra Frampton, aunque el mayor Santa Cruz podría estar allí también.
Cuando Leo Santa Cruz piensa en su padre, piensa de nuevo en la época en que la gente del lugar en Lincoln Heights pensaban que estaba mal de la cabeza.
“Mi padre, solía decirle a la gente que su sueño era tener un hijo que se convirtiera en campeón del mundo, y la gente no le creyeron, no creían en él”, dijo Santa Cruz. “Incluso se reían de él y decían, ‘Oh, pobre chico, está loco. Él está soñando demasiado “.
“Ahora todas las personas que estaban diciendo que estaba loco, ahora dicen que están muy orgullosos de él.”
El viejo Santa Cruz está orgulloso como un pavo real.
“Incluso si no puedo llegar a Nueva York, voy a ver la pelea”, dijo José Santa Cruz. “Incluso si es con un ojo abierto, voy a verla.”
José Santa Cruz, que está mejorando, dijo a la prensa que se siente “bien” y que va al gimnasio todos los días. Él está allí para ayudar a entrenar uno de los peleadores más más reconocidos en los últimos tiempos.
“Significa todo el mundo para mí,” dijo Leo Santa Cruz. “Significa que los sueños se hacen realidad. Si usted trabaja duro en ello, se puede lograr lo que quiera “.
Puede hacerlo con clase, también.
