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Chicago (IL), 11 oct (EFEUSA).- Para ayudar a combatir el estrés que genera en los jóvenes la violencia que se vive en Chicago (Illinois) y mejorar así la conducta en los salones de clase y evitar que se metan en problemas, escuelas públicas de la ciudad han puesto en práctica un programa conocido como “salón tranquilo”.

Se trata de minutos de meditación y ejercicios de respiración antes de comenzar las actividades del día que los ayudan a dejar afuera de la escuela los conflictos del hogar y del vecindario.

La experiencia se realiza en 40 escuelas de Chicago y otras 65 de Illinois, y, según los maestros, contribuye a reducir los problemas de mala conducta, las suspensiones y expulsiones.

“Me ha cambiado mucho en los estudios y ahora estoy más relajada”, declaró a Efe Melanie Muñiz, estudiante de la secundaria James Shield, donde sus 650 alumnos participan en la práctica de “inhalar paz, y exhalar paz”.

La joven dijo sentir estrés por los estudios y por la violencia de su vecindario, Brighton Park, al igual que Jane Fernández, quien teme la presencia de pandilleros en el camino a su escuela.

“Últimamente hubo muchos tiroteos y los estudiantes tenemos miedo de caminar solos a la escuela”, declaró.

El director de la secundaria, Peter Auffant, dijo a Efe que los jóvenes enfrentan a diario “problemas de adultos” y necesitan estrategias para manejar sus emociones.

“Tienen que tener calma para demostrar el buen carácter que llevan adentro”, dijo el docente, quien ha visto una transformación entre los estudiantes que asisten a su escuela.

Los padres también se benefician con el programa, porque según dijo María J. Ordóñez, madre de un alumno, “lo que aprenden en la escuela lo llevan a casa y nos enseñan a los padres”.

“Estamos acostumbrados a los gritos y castigos, y esto nos ayuda a cambiar nuestra forma de ser”, agregó.

Los maestros aprenden a usar los ejercicios en el salón, pero en algunas escuelas la capacitación también incluye al personal de limpieza, guardias de seguridad y empleados de cafetería.

La meta es ayudar al personal a reducir su propio estrés, para que pueda responder con calma en los casos de estudiantes revoltosos, antes de tomar medidas disciplinarias. EFEUSA