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Denver (CO), 26 oct (EFEUSA).- Más de 150 años después de la abolición de la esclavitud en EE.UU. (1865), los habitantes de Colorado tienen la oportunidad de acabar con algunos vestigios legales como los trabajados forzados en las cárceles.

La Enmienda T, una iniciativa del senador estatal Jessie Ulibarri y el representante estatal Joe Salazar, ambos hispanos y demócratas, será sometida a votación en Colorado el 8 de noviembre en coincidencia con las elecciones presidenciales.

“Aquella sección de la Constitución de Colorado que todavía hoy permite la esclavitud y los servicios forzados como castigo por un crimen debe ser abolida porque representa una época de Estados Unidos cuando no se consideraba que todas las personas eran seres humanos que debían ser tratados con dignidad”, argumentan Ulibarri y Salazar.

“Eliminar la referencia a la esclavitud es una manera de reflejar los valores fundamentales de libertad e igualdad”, aseguran.

La sección 26 del artículo 2 de la constitución de Colorado permite la esclavitud “como castigo de crímenes” en el caso de que los acusados hayan sido declarados culpables.

El artículo se enmarca en la Enmienda 13 de la constitución federal, que autoriza esa misma excepción.

“El retirar esa excepción será un paso importante para aquellos ahora encarcelados, pues elimina el incentivo que lleva al masivo encarcelamiento de estadounidenses. Estados Unidos representa el 5 % de la población del mundo, pero el 20 % de los presos del mundo están aquí. Es inaceptable”, declaró a Efe el analista político de Denver James Mejía.

El analista destaca el “número desproporcionadamente alto de hombres latinos y afroamericanos” encarcelados, lo que hace que sean ellos las víctimas más numerosas de las formas legales de esclavitud.

“En la cárcel, esos hombres tienen que trabajar por unos pocos centavos al día. Antes lo hacían para el gobierno y ahora lo hacen para empresas privadas. Esencialmente, son trabajos casi gratis de los que se benefician compañías privadas. Se trata de una política de encarcelamiento inaceptablemente racista”, agregó.

La enmienda para abolir los “servicios laborales involuntarios como castigo por crímenes” y toda otra forma de esclavitud en Colorado tiene una especial significación por razones históricas.

Los pioneros hispanos del suroeste del país imponían la servidumbre forzada de hombres, mujeres y niños indígenas, y los nativos hacían lo mismo con aquellos a los que capturaban en sus tierras.

“Era otra época, una época dura. Es un tema complicado y altamente emocional”, explicó la historiadora Virginia Sánchez, de la Sociedad de Genealogía Hispana de Colorado.

Sánchez afirmó que “los 3.000 nuevomexicanos (de Nuevo México) que llegaron al Territorio de Colorado en 1861 vivían con sus costumbres y tradiciones, incluyendo la tradición documentada de esclavizar a indígenas”,

Como parte de ese proceso, los indígenas esclavizados eran bautizados en la Iglesia Católica, se les daba “un nombre cristiano” y eran adoptados en su nueva familia.

La historiadora enfatizó que lo que sucedía en el siglo XIX y principios del siglo XX era “una forma atenuada de esclavitud”, ya que los esclavos eran formalmente adoptados por las familias y, en algunos casos, hasta se los incluía en el testamento de sus “dueños”.

“Los nuevomexicanos no hablaban de ‘esclavos’, pero condenaban a muchos a toda una vida de servidumbre”, aseveró Sánchez.

Esa interacción forzada generó un resultado inesperado: la integración de hispanos y nativos.

“Cada uno aprendió el idioma y las costumbres de los otros. Muchos Utes hablaban español y muchos hispanos dominaban el idioma de los Utes”, remarcó Sánchez.

Pero la retirada de las referencias a la esclavitud de las constituciones estatales no resulta una tarea fácil. Colorado lo intentó sin éxito ocho veces durante los últimos cien años. Y no existen planes para modificar la Enmienda 13 de la constitución federal.

La razón puede ser que temen que si los jueces ya no pueden condenar a las personas a realizar trabajos comunitarios, las envien a la cárcel.

“Por eso, además de eliminar toda referencia a la esclavitud en las leyes del país excepto para prohibirla, necesitamos una profunda reforma del sistema penitenciario para desmantelar la actual industria de las prisiones privadas que parecen diseñadas para encarcelar a personas de color y quitarles su potencial”, opinó Mejía.

“Espero que Colorado sirva de ejemplo para otros estados y para el Congreso federal para finalmente eliminar toda forma de esclavitud legal de nuestras leyes”, concluyó. EFEUSA