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Raúl Martínez-Sandoval is a graphic designer for Excelsior, La Prensa and SCNG.
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Dos periodos presidenciales y una recesión después, el presidente Barack Obama lanza su discurso de despedida.

En él, pidió con optimismo a la nación que siguiera creyendo en su propia capacidad de cambio, al mismo tiempo que recordó que en EE.UU. todavía hay “más trabajo por hacer” cuando se trata de eliminar los prejuicios contra las minorías y los inmigrantes, esto a unos días de que se celebre el día de Martin Luther King Jr., el ex líder activista en pro de la igualdad racial.

Aun cuando muchos estuvimos en desacuerdo con decisiones de este mandato, como su respaldo del Tratado Trans Pacifico por ejemplo, puedo decir sin duda que yo me uno a cerca de la mitad de la población, la cual piensa que estamos mejor después de que el primer presidente afroamericano de los Estados Unidos tomara las riendas de la nación.

El discurso optimista del presidente fue hecho aun conociendo que parte de su legado está en el aire. Trump, el presidente electo, prometió quitar el servicio médico universal apodado por muchos “Obamacare”; salirse del trato ambiental hecho en Francia; deshacer el trato con Irán en cuestión de armas nucleares; nulificar DACA y DAPA que fueran establecidos gracias a una acción ejecutiva; y revisar el embargo cubano levantado hace unos meses apenas, siendo todos estos logros del mandatario que concluye su gobierno.

Con Trump, desgraciadamente, el país dio un giro de 180 grados en estas elecciones; en las que ahora no solo la casa de representantes y el senado son republicanos, ahora también lo es el presidente electo, quien además no duda en lucir sus ideas extremas a través de comentarios en Twitter.

Estos cuatro años siguientes van a ser un reto, no solo para el país entero; sino para el resto del mundo; el cual pareciera tener que danzar al son que les toque un magnate que aun a días de asumir la presidencia, se niega a renunciar a sus empresas como es debido, presentando esto un obvio conflicto de intereses con la presidencia de la nación.

Obama, una persona inteligente, elocuente y con clase; se retira de la presidencia con un sabor agridulce. Esperemos que su retiro no sea total y que siga haciendo presencia en el campo político y activista, ya que liderazgo como el suyo, será algo bastante indispensable en estos cuatro años que se nos vienen encima.

Mándenos sus comentarios a: rmsandoval@live.com

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