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Erbil (Irak), 25 ene (EFE).- Las operaciones militares para liberar el sector oriental de la ciudad septentrional de Mosul ya han acabado, y las fuerzas iraquíes ponen el punto de mira en el oeste de Mosul, informó hoy a Efe una fuente castrense.

El comandante de las fuerzas antiterroristas, Abdelwahab al Saadi, dijo que los planes militares para liberar el sector oriental ya han finalizado, tras retomar el último barrio que quedaba bajo el control del grupo Estado Islámico (EI), Al Rashidiya, situado en el extremo noriental de la urbe.

La fuente agregó que “las fuerzas esperan instrucciones del Comandante General de las fuerzas armadas y primer ministro, Haidar al Abadi, para el lanzamiento de las operaciones militares en el oeste de Mosul”.

Al Saadi agregó que las unidades especiales iraquíes van a trasladarse para liberar la parte oeste de la ciudad -que aún continúa bajo la férula yihadista- “en los próximos días”, pero “será pronto”, afirmó.

Igualmente anunció que los ingenieros militares ya tienen listos varios puentes móviles para ser instalados en las orillas del río Tigris, que divide la ciudad en dos de norte a sur, después de que la aviación de la coalición internacional, comandada por EEUU, los destruyera.

Además de la ciudad de Mosul, reveló que las fuerzas conjuntas iraquíes ya tienen planes también para liberar las zonas que se ubican en la periferia del bastión más importante para los yihadistas en Irak, así como la comarca de Al Beaach, y las zonas próximas a la frontera con Siria.

Por último, indicó que en los próximos días se anunciará la tercera fase de la ofensiva, cuya primera comenzó el pasado 17 de octubre, para retomar toda la ciudad.

Ayer, el primer ministro iraquí anunció en una rueda de prensa la “liberación por completo” de la parte oriental de la urbe, y alabó a sus fuerzas y a la unidad de todos los iraquíes por el sacrificio en estos meses de contienda.

Asimismo, llamó a “todos los héroes” a acelerar la ofensiva para liberar el resto de la provincia de Nínive -cuya capital es Mosul- y en especial, su parte occidental.

En este contexto, el analista militar y secretario general del Frente del Futuro de Nínive, Amr al Beg, comentó a Efe que la presencia de civiles en las zonas que quedaban por liberar del este de Mosul hizo que el proceso fuera aún más lento.

De hecho, el Ejército, que operaba en el frente norte del sector oriental, tardó varios días en liberar los dos últimos reductos de los yihadistas: Al Arabi y Al Rashidiya, ya que los radicales entorpecían el avance de las tropas utilizando francotiradores y a los civiles como escudos humanos.

Respecto a la próxima fase en la parte occidental, el analista indicó que los yihadistas “ya no tienen ninguna escapatoria y sólo tienen dos opciones: la resistencia o entregarse”.

Sin embargo, aseveró que “los yihadistas saben que este es el último combate”, por lo que van a hacer uso de todas sus armas “para combatir de una manera bárbara y resistir en estos barrios”.

Asimismo, el hecho de que esta parte de la ciudad esté bastante poblada, y haya edificios antiguos, “dificultará aún más la tarea de recuperación”.

La ONU alertó de que los cerca de 750.000 civiles que permanecen en el oeste de Mosul se enfrentan a graves riesgos ante el inminente inicio de los combates en la zona entre las tropas iraquíes y el grupo terrorista Estado Islámico (EI).

La coordinadora de ayuda humanitaria de la ONU para Irak, Lise Grande, avisó del peligro que corren los civiles, que pueden verse atrapados en el fuego cruzado, ser víctimas de minas o ser usados como escudos humanos por los yihadistas.

“No sabemos qué ocurrirá en el oeste de Mosul, pero no podemos descartar una situación de sitio o de un éxodo masivo. Hasta la fecha, cerca de la mitad de las víctimas en Mosul son civiles”, comentó en un comunicado difundido en Bagdad.

No obstante, el comunicado, firmado por responsables de 20 organismos humanitarios en Irak, valoró que el Ejército iraquí haya adoptado una táctica “humanitaria” para proteger a los civiles.

De acuerdo con datos divulgados por la misión de la ONU en Irak (UNAMI) la semana pasada, al menos 1.500 civiles han muerto en los tres meses de ofensiva.

Según las últimas cifras de la Organización Internacional de las Migraciones, cerca de 161.000 personas se encuentran desplazadas por la violencia y un gran porcentaje tiene que resolver sus problemas legales para poder retomar su vida después de la expulsión del EI. EFE