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CIUDAD DE MÉXICO 26-Ene .- Parte de la grandeza de una obra como Pedro Páramo, de Juan Rulfo, escrita hace más de seis décadas, es que hoy está, tal vez, más vigente que antes, pues incluso se adelantó a formas de comunicación modernas como los chats, afirmó anoche el escritor Juan Villoro.

En la conferencia “Juan Rulfo: la novedad de los fantasmas”, que brindó en el marco de los 10 años del Colegio Civil, el escritor señaló que la construcción narrativa de las voces de los fantasmas que Rulfo plasmó en su obra cumbre son similares a las conversaciones por Whatsapp.

“Dando una clase sobre Pedro Páramo les dije a mis alumnos, ‘fíjense ustedes que de alguna manera en la obra estamos nosotros ante el precursor de la realidad virtual, porque todas las voces que hablan son voces deslocalizadas, son voces virtuales, son murmullos sueltos'”, dijo el escritor a un público que llenó la parte baja del Aula Magna del Colegio Civil.

“Es como entrar a un chat de internet donde nosotros no sabemos exactamente quién está hablando, a veces incluso se presenta como un alias, son voces sueltas que están entre todas construyendo una narrativa. Y entonces esta virtualidad que podemos experimentar todos los días, en internet, tiene sin duda alguna relación con Pedro Páramo, porque Pedro Páramo son estas voces corales”.

En la obra de Rulfo, los narradores y protagonistas cambian en varias ocasiones, y su trama es a veces lineal y otras desordenada, explicó Villoro.

Para Villoro, Rulfo además tuvo la capacidad de construir una realidad que se acercó mucho a la realidad de su momento y lo sigue haciendo ahora.

“Rulfo no era un simple reportero, ni un antropólogo de la realidad, sino que era un reinventor de esa realidad. Reinventa el campo mexicano y la gran paradoja es que al reinventarlo lo vuelve más auténtico”, dijo.

“Ningún campesino de la realidad mexicana ha hablado verdaderamente como hablan los personajes de Rulfo, nadie ha sido tan poético, nadie tiene esta soltura tan extraordinaria que tiene en sus diálogos. Sin embargo, ningún campesino ha sonado jamás tan genuino”.