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México, 8 feb (EFE).- El Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG), que aglutina a las 50 mayores multinacionales presentes en México, se mostraron hoy expectantes pero no preocupadas ante la era iniciada por el presidente de EE.UU., Donald Trump, y consideraron inviable la desintegración comercial de América del Norte.

“Es un motivo de observación con mucho cuidado pero estamos convencidos de que es la gran oportunidad para México de replantearse sus ejes estratégicos en lo comercial”, afirmó en una entrevista con Efe el presidente del CEEG, Fréderic García.

El CEEG agrupa a cerca de medio centenar de multinacionales líderes en sus ramos en México, que generan 500.000 empleos directos y 1,5 millones de empleos indirectos, y representan el 10 % del PIB del país, el 11 % de sus exportaciones y el 40 % del total de la inversión extranjera directa.

Coca-Cola, Pepsico, American Express, Airbus, Bayer, Bosch, Nestle, IBM, Shell, Siemens, Telefonica, Visa, BBVA, Iberdrola, Hewlett Packard, Dupont, Exxon Mobil, Carterpilar, Microsoft, Intel, Scotiabank, Walmart, Cargil, Basf, Bosch, DHL y Arcelor Mittal son algunos de sus socios.

García explicó que los directivos de estas compañías han comunicado al Consejo que “no hay ninguna intención de bajar sus actividades en México o de dejar de invertir o de producir”.

“Lo único es que esta incertidumbre está provocando un paréntesis”, pero “México es el mercado en el que quieren seguir invirtiendo”, matizó.

Ese fue el mensaje que transmitieron en diciembre al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, cuando le entregaron su Agenda México 2030.

En menos de quince años el CEEG pretende lograr un “México más competitivo” por tres vías, detalló García.

Haciéndolo “más global” para que sea “uno de los cincos primeros exportadores” del planeta; “más eficiente”, duplicando la productividad laboral, y “más incluyente”, multiplicando por dos el PIB per cápita, y creando y sosteniendo “un millón de nuevos empleos formales al año”.

Entre sus preocupaciones está el “asegurar que México mantenga su seriedad en el manejo de la finanzas públicas”, que el Gobierno sea “más eficiente”, “reforzar el Estado de derecho” y “la correcta implementación de las reformas estructurales” impulsadas por Peña Nieto (2012-2018).

Resaltan las reformas energética y de telecomunicaciones, pero sobre todo la educativa, que “es probablemente la más importante” a largo plazo.

Por último, el CEEG insta a rebajar la impunidad, que se sitúa en “más de un 95 %”, y la inseguridad, cuyo costo “supera más de un 1,5 % del PIB”.

Este mensaje de confianza en el país se complementa con la expectativa de que el proteccionismo de Trump se quede solo en palabras.

“No es una cosa que nos cambia el panorama a largo plazo”, aunque genera “una incertidumbre que se ha traducido en el hecho de que la moneda mexicana se ha depreciado frente al dólar”, admite García.

Una situación que “refuerza paradójicamente la capacidad exportadora de México y la capacidad de ingresos de las remesas en pesos”, aunque también representa un golpe para “las empresas que están endeudadas en dólares” y un freno a la inversión.

Los temores no son exclusivos de México -aclara- sino de “todo el mundo”, y están además asociados a “un gran descontento” social contra “la globalización”, a la que se responsabiliza de la pérdida de empleos “por la digitalización de la economía y la robotización”.

Respecto al Tratado de Libre Comercio América del Norte (TLCAN, en inglés NAFTA), vigente entre EE.UU., México y Canadá desde 1994 y que Trump pretende revisar porque considera que ha perjudicado a su país, recuerda que 150 asociaciones agrícolas estadounidenses han pedido al presidente que “no toque nada del tratado” porque México es su “mejor cliente”.

Algo similar pasa con la industria automotriz, en la que los países norteamericanos están “totalmente integrados” en “los procesos productivos”.

“Dudo mucho que el presidente Trump deje de lado la relación con México. Hay una retórica electoral, en la práctica en la industria, en la economía sería difícil de romper de un día para otro”, argumenta.

El CEEG se opone al sentimiento de rechazo a productos estadounidenses y apela a la diversificación mercantil de México aprovechando los 46 TLC que tiene vigentes con el mundo.

Y remata sobre Trump: “¿Hasta la fecha qué ha cambiado? ha cambiado el paradigma de ganar una elección, pero hasta ahora no ha cambiado el paradigma de la economía”.

El único paso que ha dado en ese ámbito -reconoce- ha sido frenar el Acuerdo de Asociación Transpacífico para “arrinconar a China”, pero al final “puede producir el efecto exactamente inverso”, concluye. EFEUSA