Skip to content
Author

CIUDAD DE MÉXICO 12-Feb .- La desorganización y la intolerancia opacaron el reclamo de respeto que la marcha de “Mexicanos Unidos” pretendía plantear al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tanto que Isabel Miranda de Wallace terminó refugiada en el bar de un Sanborns.

De inicio, Isabel Mirada de Wallace, de Alto al Secuestro, y Laura Elena Herrejón, de Provecino y ex secretaria de Vinculación con la Sociedad Civil del PRI, quienes eran las principales convocantes, quedaron a mitad de la marcha.

En la Glorieta de Colón, Wallace, Herrejón y sus acompañantes apretaron el paso y se pusieron a la vanguardia de la marcha. Sin embargo, una asociación de vecinos corrió y las rebasaron de nuevo, para dejarlas otra vez atrás.

Metros antes de llegar al Ángel de la Independencia, el grupo de Wallace y Herrejón volvió a tomar la delantera, y esa ocasión hicieron una cadena humana, tomados de las manos, para que nadie los rebasara. Sólo así llegaron primeros al monumento histórico.

Al llegar al Ángel, el control en las consignas fue imposible. Wallace fue increpada en numerosas ocasiones, incluso en las escalinatas del Ángel de la Independencia, que estaban resguardadas con vallas metálicas

“Señora Wallace, ¿se puede pedir unidad en torno a un Presidente con menos del 20 por ciento de popularidad? ¿No la unidad sería para pedir su renuncia?”, fue cuestionada por una persona que la grababa con su celular.

“Bueno, entonces hagan una marcha, una convocatoria para ese efecto y ya veremos que los que vengan, vengan para ese efecto; hoy esta marcha nosotros la convocamos para pedir unión en contra de Donald Trump.

“Cuando alguien quiera organizar otra marcha para pedir la renuncia de Peña, o contra la corrupción, o contra la inseguridad, con mucho gusto cada quién iremos a las marchas que sintamos que nos representan”, contestó Miranda de Wallace visiblemente molesta.

Asediada siempre por los medios de comunicación y por activistas que le gritaron “asesina”, “hipócrita” o “vendida”, la presidenta de Alto al Secuestro salió corriendo del Ángel de la Independencia, resguardada por su equipo.

Al final se metió al Sanborns que está junto al Ángel de la Independencia, siguió hasta el bar del establecimiento y ahí su personal impidió el paso a cualquier persona. Wallace ya no volvió a salir.

A lo largo de la marcha, que duró menos de una hora, los propios manifestantes empujaban y alejaban a quienes se acercaban con letreros contra el Gobierno mexicano.

Desde antes de iniciar la movilización hubo empujones y manoteos entre personas que comenzaron gritar consignas contra el Presidente Enrique Peña Nieto y quienes les reclamaron que no era el motivo de la marcha.

“Independientemente de que el Presidente sea bueno o malo, es nuestro presidente y yo vine a marchar contra el Presidente de Estados Unidos, que es de lo que me enteré”, dijo Mariano Rodríguez, señor de 77 años.

Él increpó a una señora que estaba vestida de china poblana, con sombrero de mariachi y carrilleras, quien gritaba que el Gobierno mexicano era asesino.

“El mundo, se pregunta, ¿y esos quiénes son?, somos mexicanos, y al muro decimos no”, gritaban los integrantes de la marcha.

“A unirse, mexicanos, que todos somos mexicanos”, era otra de sus consignas. También cantaban el Cielito Lindo y consignas contra el Presidente de Estados Unidos, como: “Trump, entiende, no vamos a pagar”.