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Raúl Martínez-Sandoval is a graphic designer for Excelsior, La Prensa and SCNG.
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Un juez de la nación una vez más pone en jaque una de las órdenes ejecutivas de Donald Trump. En esta ocasión, se trata del retiro de fondos que ordenó el presidente (como siempre) de forma unilateral a las llamadas ciudades santuario.

El que Trump firme órdenes para luego ser invalidadas por un magistrado, comienza a tornarse en un asunto de risa para los americanos.

Aunque en realidad, era de esperarse que todas esas acciones por parte del presidente, terminaran siendo confrontadas legalmente, ya que no siguieron el proceso lógico del gobierno representativo que se supone que nos rige.

Como quien dice, Trump pasó sobre el congreso para dictar un montón de órdenes que solo en su cabeza podrían funcionar.

Y es que no estamos como hace 50 o 60 años, tiempo en el que los derechos universales estaban siendo apenas “otorgados” y gente de minorías raciales. Los abusos, el silencio por parte de la mayoría de las víctimas y de la población en general, ya no son la regla. El status quo ha cambiado desde entonces.

Aunque en este caso, si bien el proceso debido a criminales violentos podría ser evaluado para usar la deportación, esta orden de Trump se prestaba a excesos, y muy posiblemente hubiese producido un gran número de deportaciones de gente cuyo único delito podría ser una simple infracción de tránsito. Y ni siquiera eso era necesario. Bastaría con que alguien sin documentos legales, fuese parado por un policía para poder ser entregado al ICE.

El departamento de Policía de Los Angeles ya se ha mencionado en contra de medidas como estas por producir desconfianza por parte de la población hacia las autoridades. La confianza es algo sobre lo cual se basa el reporte de crímenes y el uso de testigos.

Por otra parte, el Juez de la corte del distrito norte de California en San Francisco, William H. Orrick, escribió que el presidente se había sobrepasado de sus poderes decidiendo sobre el presupuesto federal, cosa que solo el congreso puede hacer.

A pesar de este fallo legal, el gobierno todavía tiene poder de elegir sobre concesiones monetarias federales, las cuales pueden ser desviadas de ciudades que alberguen indocumentados.

Hasta el momento, 3 órdenes de Trump han sido paradas por un juez. Por esto y mucho más, su administración está en uno de sus niveles más bajos de credibilidad, batiendo récords constantes.

Mándenos sus comentarios a: rmsandoval@live.com

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