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Los Ángeles, 27 jun (EFEUSA).- Tras décadas fuera de servicio, una piscina de Los Ángeles (California), construida en la década de los cuarenta para el descanso de soldados de la Segunda Guerra Mundial, reabrió hoy su servicio al público, entre los que se cuentan decenas de niños latinos.

“Esta piscina es única en la ciudad, sólo desde aquí puedes divisar la grandeza del puerto de la ciudad y no podemos dejar esta herencia olvidada”, declaró a Efe el concejal Joe Buscaino.

La historia de la piscina “Hey Rookey” se remonta al siglo diecinueve cuando se comenzó a construir el Fuerte MacArthur en una de las colinas que da al océano pacífico y donde años después se levantaría el puerto de la ciudad.

La construcción de la piscina, que se inauguró en 1943 para la diversión de los soldados, ya se consideraba en los planos de 1897 de construcción del centro recreativo que tuvo el apoyo de los generales George Patton y Dwight Eisenhower.

Los vecinos de la zona tuvieron acceso a “Hey Rookey Pool” desde 1975 hasta 1997 cuando fue drenada y cerrada alegando problemas de seguridad convirtiéndose en sitio preferido de los grafiteros.

“Muchos nos aconsejaron que dejáramos esto así, era más fácil cerrarla definitivamente pero debemos rescatar estos espacios para nuestra comunidad, muchos de ellos niños que están pasando momentos difíciles”, insistió el concejal de Los Ángeles.

El gobierno de Los Ángeles, con el apoyo de su puerto y una empresa privada, invertió más de 7 millones de dólares para la restauración de la piscina de dimensiones olímpicas y que tiene capacidad máxima para 273 personas.

Además, desde el centro de la piscina se puede ver en un ángulo de 180 grados el puerto y el centro de la ciudad.

“Esta es la primera vez que estoy en una piscina tan grande, es como el mar”, confesó Jason Hernández, de cinco años, bajo las atentas miradas de su madre Evelina Alamillo que lo vigilaba.

Buscaino aseguró que este proyecto hace parte de la campaña de expandir los sitios de recreación para los niños y jóvenes de bajos recursos en la ciudad, donde los latinos forman casi el 50 % de sus residentes.

“Esta clase de cosas lo hace sentir a uno apreciado en la ciudad, con esto de que Trump no nos quiere, y viendo al concejal nadando con los niños como que uno dice aquí si me quieren”, explicó Alamillo, de origen mexicano.

Desde hoy, la comunidad podrá disfrutar de la piscina, que este 4 de Julio se mantendrá abierta hasta altas horas de la noche para permitir ver los fuegos artificiales con los que se celebra el Día de la Independencia de Estados Unidos. EFEUSA