Skip to content
Author

Cuando el gobierno mexicano aseguró que los “Dreamers” no tendrían de que preocuparse si ocurre lo más temido en su caso después de que DACA fuera anulado; al escuchar las promesas de funcionarios de aquel gobierno, me daba cuenta que en realidad, México, como país, tiene muy poco que ofrecer a estos jóvenes.

Para ellos, la inmersión al mercado laboral mexicano sería un shock. En primera, México es un país donde la discriminación es legal. ¿A qué me refiero? A que posibles trabajadores pueden ser excluidos tajantemente por su edad, su sexo, y de forma sutil, también por su color de su piel si esta es oscura.

Por otra parte, sin importar si su preparación académica haya sido buena, en el caso de estos muchachos; su nivel del conocimiento del español podría ser un causante extra para no que no pudieran obtener trabajos. En México, además, al alto nivel de desempleo hace que la búsqueda de chamba suele ser bastante competitiva.

Si a esto le sumamos los bajos sueldos que percibirían aquellos con suerte suficiente para poder obtener un trabajo, entonces la cosa está para llorar.

Por otro lado, para aquellos cuyo español es bastante básico o que requieren revalidar estudios, el gobierno de México ofrece clases del idioma y revalidación. Sin embargo, ¿de que vivirían mientras tanto estos chavos en un país, donde la mayoría de ellos, no tiene absolutamente nada? Ah, se me olvidaba que les ofrecen “acceso a créditos” y becas.

Pretenden que para hacer su vida allá, los soñadores se endeuden aun antes de encontrar cualquier trabajo, y es que con las susodichas becas, no lograrían cubrir sus gastos de manutención, los cuales irremediablemente incluirían rentas de inmuebles.

A los políticos les es muy fácil prometer cosas (en particular a los mexicanos); no importando si las pueden a cumplir o no.

“Los ‘Dreamers’ son intocables”, dijo hace poco Luis Videgaray, Secretario de Relaciones Exteriores de México. Pero, ¿en que se basa para decir semejante frase? ¿De qué poder jurídico goza en este país para asegurarse de que así sea?

Lo curioso del caso, es que al mismo tiempo de decirlo, también estaba abriendo una bolsa de trabajo para aquellos que, por las posibles deportaciones, tengan que regresar a México.

Ojalá que estos chavos luchones que buscan ser algo en la vida puedan resolver su situación legal en EE.UU. Regresar a un país desconocido que les ofrece opciones tan endebles, en definitiva, no es ni lo que necesitan, ni lo que merecen.