Si usted tiene la fortuna de haber transitado del Siglo XX al XXI, y está en el medio siglo de existencia, es uno de los afortunados que han conocido varias de las etapas que ha recorrido la televisión.
Esto lo ubica como un espectador más sabio que cuando se sienta a “ver tele”, lo hace con una mayor convicción de lo que quiere ver.
Es decir, usted no se sienta solo para ver cómo lo entretienen, en la hora disponible.
Con tantos años de ver tele, es muy probable que usted haya pasado por las siguientes etapas del desarrollo de la televisión.
ETAPA EXPERIMENTAL. La televisión apareció a finales de los 40’s en Estados Unidos, pero tardó varios años en normalizarse en latinoamérica. Al principio, su programación fue una mezcla de series norteamericanas y programas locales de los diferentes países que empezaban a usar ese nuevo medio. En México, la programación local tuvo tres componentes: teleteatro, concursos y noticieros.
ETAPA DE CONSOLIDACION. Una vez que invadió el espacio sacrosanto del hogar y se probabaron los gustos de la audiencia, los dueños de los canales se animaron a invertir en cierta programación más definida y en equipo que permitió las primeras transmisiones deportivas y de
otros espectáculos. En esta etapa aparecen las primeras lealtades y rituales del espectador con el talento y con los programas. Las personalidades que aparecen en la pantalla se engrandecen
desproporcionadamente, y el espectador “aparta” ciertos horarios para ver sus programas favoritos.
ETAPA DE CLONIFICACION. Luego de darse cuenta del gran negocio que es la televisión, la cantidad de canales crece desproporcionadamente, sin que esto tenga que ver con el talento . La formula más evidente de este crecimiento es copiar los contenidos de los canales más comerciales. Como clones, los canales ofrecen los mismos contenidos con diferentes matices. Los gerentes de los canales ponen más atención en los llamados “raitings”, y confían menos en la creatividad y producción de nuevos talentos.
José Fuentes-Salinas
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