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PERFILES: María Asunción Aramburuzabala, la mujer más rica de México, gracias a la cerveza

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    05/02/05.- Tony Garza y María Asunción Aramburuzabala, fotografiados en la monumental Plaza de Toros México pocas fechas antes de su boda.

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    25/04/05.- El embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza y la empresaria María Asunción Aramburuzabala, pocas horas después de haber contraído matrimonio.

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    25/04/05.- El embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, y María Asunción Aramburuzabala, junto a la primera dama de Estados Unidos, Laura Bush, un día después de contraer matrimonio.

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Se le calcula un patrimonio de unos 1,850 millones de dólares que le confieren el título de la mujer más rica de México y una de las más acaudaladas de América Latina.

Heredera de una de las importantes industrias cerveceras del continente, María Asunción Aramburuzabala, de 45 años, ha logrado este lugar en el ránking gracias a su trabajo y habilidad empresarial.

El famoso dicho de “no hay nieto que acabe durmiendo en la cama del abuelo” no puede aplicarse en a María Asunción Aramburuzabala-Larregui de Garza, considerada actualmente como la mujer más rica de México y una de las más acaudaladas de América Latina.

Vicepresidenta del Grupo Modelo, una de las diez mayores cerveceras del mundo y convertida en una de las empresas más prósperas del continente americano gracias a los buenos oficios de su padre, Pablo Aramburuzabala, Marisun, como es conocida familiarmente, podía haberse dedicado perfectamente, a la muerte de éste, a la “dolce vita” gracias a las rentas familiares heredadas y a delegar en otros la gestión de su patrimonio y sus negocios pero optó convertirse en aguerrida empresaria.

¿PULQUE?… NO, CERVEZA

Con un patrimonio calculado de unos 1,850 millones de dólares, el origen de esta fortuna hay que buscarla precisamente en su abuelo, Félix Aramburuzabala (1886-1972), un inmigrante del País Vasco (norte de España) que llegó a México con una mano delante y otra detrás, pero que tuvo la acertada idea de introducirse en el negocio de la cerveza en la década de los años 20 del siglo pasado, un sector en el que logró forjar un capital y unos beneficios que su hijo Pablo y su nieta Marisun han sabido multiplicar geométricamente.

En la biografía de María Asunción Aramburuzabala, licenciada en Contaduría, figuran detalles propios de una mujer dispuesta a todo con tal de defender sus intereses empresariales y dar la mejor imagen a sus subordinados.

Por ejemplo, de ella se cuenta que es capaz de presentarse de improviso en la cadena de producción de alguna de sus fábricas de cerveza y trabajar hombro a hombro con los obreros para agilizar un pedido o supervisar un control de calidad del producto.

“Es importante no sentirme una mujer inútil que heredó dinero y se sienta en un sillón a comer palomitas y ver películas”, dijo en una entrevista para el prestigioso rotativo económico estadounidense “The Wall Street Journal”.

Aramburuzabala se casó por primera vez a la temprana edad de 19 años con Paulo Patricio Zapata, con el que tuvo dos hijos y al que estuvo unida por espacio de tres lustros.

Divorciada cuando contaba 34 años, tras el fallecimiento de su padre, en 1995, a consecuencia de un cáncer, Marisun decidió, junto con su madre y su hermana menor, hacerse cargo de las riendas del próspero negocio familiar.

La empresaria recordó al periódico neoyorquino que, cuando ella, su madre y su hermana, tomaron aquella decisión, “la gente vio a tres mujeres indefensas con participaciones en grandes compañías, e intentaron aprovecharse”.

Esa gente que estaba al acecho y que no identifica la empresaria, “quería que yo fuera una buena niña y que me sentara debajo de un árbol a beber limonada, esperando a recibir mi cheque anual de dividendos mientras ellos tomaban el control de lo que había construido mi familia”.

PRUEBA DE FUEGO.

La prueba de fuego para Aramburuzabala en el mundo de los negocios se produjo en 1996, cuando fue retada por los miembros del consejo de administración de su empresa a sacar de los números rojos a la filial Levadura Azteca.

“Tuvimos días largos, y tuve que ensuciarme las manos -inclusive agacharme debajo de las calderas (de levadura) a las 7 de la mañana para revisar que no hubiera grietas”, recordó en la entrevista para el rotativo neoyorquino en relación con sus esfuerzos para reflotar la filial deficitaria.

Logró el objetivo de fortalecer el negocio pero a costa de medidas drásticas, algunas de ellas muy contestadas por los sindicatos, como los recortes de personal de la factoría que le valieron el apodo de la “Thatcher mexicana”.

Cuando falleció el progenitor de Marisun, el grupo Modelo era uno de los negocios más prósperos de México, empresa que la heredera convirtió en una “máquina de hacer dinero”, gracias sobre todo al incremento espectacular de las ventas de la cerveza Corona y a los bajos salarios que, en general, se pagan a los obreros en el país.

MIRAR A EE.UU.

Aramburuzabala ha anatemizado también el dicho popular de “¡Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los EE.UU.”, atribuido al dictador Porfirio Díaz. Casada en segundas nupcias, desde febrero de 2005, con el embajador del gran vecino del norte en México, el hispano Tony Garza, muy vinculado al entorno del presidente George W. Bush, a Marisun no le han ido nada mal las cosas durante el Gobierno del actual mandatario estadounidense.

Pero a esta empresaria no le han dado nada gratis. Aparte de sus buenas relaciones con el inquilino de la Casa Blanca, Aramburuzabala demostró sus habilidades empresariales en las salas de juntas de grandes multinacionales, principalmente durante las negociaciones del grupo Modelo con la compañía norteamericana Anheuser-Busch para que ésta se convirtiera socio en Estados Unidos de la firma mexicana.

El resultado: Corona es actualmente una de las marcas de cerveza de mayor consumo en el mercado estadounidense.

En los últimos años, el afán emprendedor de Marisun le ha llevado a diversificar sus actividades empresariales y en la actualidad forma parte de los consejos de varias de las principales empresas de México.

Aramburuzabala también ha demostrado que es capaz de medirse en los negocios con hombres poderosos mexicanos pero procurando siempre mantener una línea de cordialidad favorable a sus intereses.

Así Marisun es socia de Carlos Slim, el hombre más rico de América Latina, y de Emilio Azcárraga Jean, el principal accionista de control de Televisa, la mayor empresa de medios en español.

La única latinoamericana que figura en la lista de las cien mujeres más poderosas del mundo de la revista “Forbes” -tanto por su influencia en la política como en las finanzas- es Aramburuzabala, que ocupa el número 78. En esta lista también figuran otra rica heredera española, Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto, y presidentas y consejeras delegadas de grandes compañías, como la de eBay, Margaret C. Whitman; la de Sara Lee, Brenda Barnes, y la de Avon, Andrea Jung. EFE-Reportajes.