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Los Ángeles, 5 jun (EFEUSA).- Ha pasado casi un año desde que el Tribunal Supremo respaldara el matrimonio homosexual en California, pero las personas que lideraron la demanda contra la enmienda que prohibía esos enlaces en el estado aún tratan de asimilar que su sueño se hizo realidad.

“Aún lo estamos encajando”, dijo a Efe Kris Perry, el rostro femenino, junto al de su pareja, Sandy Stier, de una histórica lucha por la igualdad de derechos en un proceso que se alargó durante cuatro años y medio. “Aún estamos dando la vuelta de honor, pero pronto acabará y tendremos la vida que imaginamos hace mucho tiempo”, agregó.

Perry y Stier, pareja desde 1997, figuraban como demandantes en el caso ante el Supremo sobre la Proposición 8, una enmienda a la constitución de California que prohibía el matrimonio homosexual en ese estado.

El 28 de junio de 2013, la Corte Suprema invalidó esa enmienda y una corte de apelaciones del noveno circuito de California levantó el bloqueo existente sobre la celebración de esos enlaces.

Perry y Stier se casaron minutos después en San Francisco en una ceremonia oficiada por la fiscal general del estado, Kamala Harris.

Junto a ellas en la batalla judicial se encontraban los otros dos demandantes: Jeff Zarrillo y Paul Katami, que mantienen una relación desde 1998, quienes también optaron por darse el “sí, quiero” ese mismo día en Los Ángeles a pesar de que a sus seres queridos no les dio tiempo a estar presentes.

“El día 28 celebraremos nuestro primer aniversario de boda con un enlace al que podrán asistir nuestras familias, amigos y la gente involucrada en el caso. Y, a la vez, mandaremos un mensaje universal: pudimos lograrlo en California y seguiremos luchando hasta que todo el país tenga el mismo derecho”, indicó a Efe Katami.

Cada uno de los 50 estados tiene sus propias leyes: hay 18, más el Distrito de Columbia, en los que el matrimonio homosexual está legalizado. Otros permiten algún tipo de unión legal entre parejas homosexuales, reconociéndoles los mismos, varios o algunos derechos similares a los del matrimonio.

La mayoría, no obstante, aún no permite ningún tipo de unión homosexual.

La lucha de estas cuatro personas fue seguida de cerca por los cineastas Ben Cotner y Ryan White, autores del documental “The Case Against 8”, de estreno limitado en cines este viernes antes de su difusión por el canal de pago HBO el día 23.

La obra, rodada durante cinco años, propone una mirada al interior del proceso judicial con especial hincapié en el agotador viaje emocional de los demandantes y en la relación creada con sus abogados, Ted Olson y David Boies, conocidos por la batalla legal que les enfrentó durante el recuento electoral del año 2000, defendiendo a George Bush y Al Gore, respectivamente.

La alianza “contra natura” política de Olson y Boies simbolizaba que el caso iba más allá de ideologías.

“Su unión ayudó a la gente a ver que no se trataba de un caso de afiliación política, sino de igualdad frente a la ley y la Constitución. Eso cambió la forma de sentir de muchos y nos dio una gran plataforma mediática”, explicó Katami.

Los cuatro demandantes han pasado ya a la historia de la lucha por los derechos en EEUU, pero no se sienten cómodos con la etiqueta de “héroes” o “símbolos” ni con el hecho de que haya quien los sitúe a la altura de figuras como Harvey Milk, Frank Kameny o Barney Frank, nombres clave de la comunidad LGTB (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales).

“Solo somos dos tipos ordinarios enamorados. Queríamos dedicar nuestra vida el uno al otro pero la ley no nos dejaba. Y no íbamos a quedarnos de brazos cruzados”, apuntó Zarrillo. “Somos un reflejo de la lucha de millones de personas. En nuestra lucha están las voces de todos ellos”, sostuvo Katami.

Para Perry y Stier, a pesar de la victoria, la felicidad no es completa. Han emprendido un segundo capítulo en su vida, “y no siempre es agradable”. Consiste en dar a conocer su nueva situación como “esposas” y seguir “educando” a quienes les rodean.

“No sienta bien a todo el mundo”, admitió Perry. “Quiero que nadie se sienta excluido, que los sentimientos de una persona no le lleven a sufrir una lesión permanente. Dimos este paso para ayudar a la gente a crecer sin esa preocupación”, añadió.

El esfuerzo, en cualquier caso, les ha merecido la pena y se muestran esperanzados de cara al futuro. De hecho Zarrillo cree factible la predicción que lanzó Chad Griffin, presidente de Human Rights Campaign (HRC), de que las bodas homosexuales serán legales en todo EEUU en un plazo de cinco años.

“Parece posible lograrlo incluso en la mitad de tiempo. En cuanto los casos lleguen al Supremo, se impartirá justicia”, aseguró. EFEUSA