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10 oct.- El Mes de la Herencia Hispana es el momento perfecto para reflexionar sobre la extraordinaria contribución que la fuerza laboral latina hace a la vitalidad económica de nuestro país. También es un momento para recordar que, como país, necesitamos asegurar que todas las personas trabajadoras sean capaces de salir adelante y alcanzar el sueño americano.

Antes se podía mantener a una familia con un salario mínimo. Hoy en día, un trabajador con un salario mínimo cada día tiene que elegir entre: comprar un galón de leche para sus hijos o un galón de gasolina para llegar al trabajo. Es por eso que es hora de aumentar el salario mínimo.

Hoy, los latinos representan alrededor de una cuarta parte de los actuales trabajadores con un salario mínimo, a pesar de que solamente representan en torno al 16 % de todos los trabajadores. Aumentar el salario mínimo a $10.10 por hora marcaría una diferencia en la vida de alrededor de 28 millones de trabajadores, aproximadamente un cuarto de los trabajadores que se beneficiarían de ese aumento son latinos.

El Presidente Obama continúa pidiéndole al Congreso que aumente el salario mínimo nacional, pero el Congreso sigue sin pronunciarse al respecto. Afortunadamente, las personas de todo el país no están esperando. Un movimiento nacional está inspirando a los gobiernos estatales, locales y a los negocios vanguardistas a mostrar su liderazgo allí donde el Congreso no lo hace.

Durante el último año y medio, trece estados más el Distrito de Columbia han aprobado nuevas leyes para aumentar su salario mínimo. Más de 7 millones de trabajadores se beneficiarán de esos aumentos.

Un mejor salario mínimo beneficia tanto a los negocios como a los trabajadores. Los empleadores han adoptado un salario mínimo más alto y han actuado por su cuenta para aumentar el salario de sus empleados. Desde las marcas nacionales como Costco y Gap, hasta la tienda Ace Hardware a solo una milla de mi oficina, las empresas les están dando a sus empleados un aumento no porque hacerlo sea lo correcto sino porque también es una decisión inteligente desde el punto de vista de las ganancias. Mejora la moral, la productividad y el servicio al cliente, reduce el ausentismo, la rotación de personal y los costos de capacitación.

Muchos empleadores creen que las personas que producen o venden sus productos deben ganar suficiente dinero como para poder comprarlos. En una economía impulsada por la demanda de consumo, clientes es lo que todos los negocios más necesitan. Cuando las familias trabajadoras tienen más dinero en el bolsillo, lo inyectan de nuevo en la economía. Lo gastan en bienes y servicios en sus comunidades y eso ayuda a los negocios a crecer, a la vez que crea más empleos.

Además de pedirle al Congreso que actúe, el Presidente está haciendo lo que puede para ayudar a más trabajadores a recibir un aumento. Firmó la orden presidencial que nosotros, en el Departamento de Trabajo, estamos en proceso de implementar, para aumentar el salario mínimo a $10.10 por hora para los empleados del sector privado que trabajan en contratos federales. Es difícil debatir esta idea: Si usted es un trabajador que le sirve la comida a nuestras tropas, no debería tener que ser una dificultad ganar el dinero suficiente para llegar a fin de mes para poder comprar los alimentos para servirle la comida a su familia en su casa.

Al celebrar el Mes de la Herencia Hispana, honremos las importantes contribuciones de los trabajadores latinos a la vitalidad económica de esta nación mediante la reiteración de nuestro compromiso de ampliar las oportunidades para los latinos.

– Thomas Pérez es Secretario de Trabajo de los Estados Unidos

(Las tribunas expresan la opinión de los autores, sin que EFE comparta necesariamente sus puntos de vista)