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Sin violencia, ni insultos, sin tomatazos, ni gritos desaforados, de ¨Fuera¨ ¨No los queremos.¨ Los mexicanos residentes en Estados Unidos, debemos rechazar cualquier presencia o representación del gobierno de México, en todos los eventos patrios que se efectuarán en todos los rincones de Estados Unidos, los próximos 15 y 16 de septiembre para conmemorar un aniversario más de la Independencia mexicana. .

Flaco favor vamos a hacer a nuestros hermanos mexicanos de México y a nosotros mismos, de no aprovechar estas fechas para enviarle un mensaje al Presidente de México Enrique Peña Nieto de que, todos los mexicanos, sin importar su afiliación de partido, estamos unidos en la denuncia a la Traición que nos infringió.

Su acción irresponsable y desatinada, de invitar a Donald Trump a México, aunada a la justificación que en su discurso dio a los insultos de Trump a los mexicanos, Peña Nieto dijo que habían sido malos entendidos, sirvieron para reapuntalar la campaña del candidato republicano que ya estaba de picada.

En este gran país, hemos aprendido que todo es posible, si realmente se trabaja para lograrlo. Que las ideas y los reclamos no caen en oídos sordos. Que la población tiene el poder de exigir la destitución de su mismo Presidente, cuando ésta se ve traicionada.

Enrique Peña Nieto nos traicionó al legitimar a un individuo considerado enemigo de los mexicanos.

Trump apostó a ganar la presidencia de este país, a base de humillar, separar, encarcelar, y detener los avances políticos, económicos y sociales, que como la minoría más grande en Estados Unidos, hemos logrado.

Lo hizo convencido de que el número de votantes blancos serían suficientes para llevarlo a la presidencia, cálculo fallido del que, ya muy tarde se da cuenta.

Sin el voto de los mexicanos y centroamericanos, nadie puede llegar a la presidencia en Estados Unidos.

Peña Nieto abaló su traición con el sello del águila y la serpiente.

Lo mínimo que podemos hacer ante la magnitud de esa traición, es rechazar cualquier representación diplomática del gobierno mexicano a unas Fiestas Patrias en las que se honran a hombres y mujeres que murieron antes de vender o renunciar a sus ideales de lucha por lograr una Patria libre de yugos extranjeros en 1810.

Por lo anterior, nuestra postura debe ser la de no asistir a ningún acto público, ni privado, a la que asista cualquier funcionario, sin importar título, rango o parentesco que represente al gobierno de Peña Nieto.

Asimismo, los invito a enviar mensajes a todos los cónsules sobre nuestra postura, así como a las diferentes dependencias de gobierno de México, empezando con la Secretaría de Relaciones Exteriores para que todo México se entere y haga suyo este movimiento.

De igual manera, invito a todos mis hermanos Latinoamericanos a que se unan a esta denuncia.

Todos somos uno.