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Octavio Paz
Octavio Paz
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México, 9 sep (EFEUSA).- Para Octavio Paz la plástica y la literatura eran hermanas, una unión eterna que dejó patente en innumerables textos que hoy se reúnen con las obras que los inspiraron, en una muestra conmemorativa del centenario de su nacimiento.

“Con sus similitudes y diferencias, pero siempre son hermanas la literatura, la poesía y la pintura y la escultura. Todo eso está en la obra de Octavio Paz y de todo eso bebimos para crear la exposición”, afirmó el curador Héctor Tajonar.

Bajo el título “En esto ver aquello. Octavio Paz y el arte”, la muestra se abrirá al público este jueves en el Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana, pero hoy tocó el turno a los medios de comunicación.

Aunque las autoridades culturales no se atreven a calificarla como una de las muestras más importantes de México, las firmas de las 220 obras pictóricas y escultóricas hablan por sí solas: Pablo Picasso, Marcel Duchamp, David Alfaro Siqueiros, Frida Kahlo, Francis Bacon, Diego Rivera, Vassily Kandinsky, Edward Hopper, Eduardo Chillida, Joan Miró…

“Miró era una mirada de siete manos. / Con la primera mano golpeaba el tambor de la luna, / con la segunda sembraba pájaros en el jardín del viento, / con la tercera agitaba el cubilete de las constelaciones…”, cuenta Paz en su poema “Fábula” dedicado al artista español, considerado uno de los máximos representantes del surrealismo.

Junto a este texto, su obra “Femme (Mujer)” (1974). Y es que más que una muestra artística al uso, lo que la exposición busca es establecer un diálogo entre pinturas y esculturas y la obra de Paz, temática a la que dedicó dos de los tomos de sus obras completas.

“Dentro del vasto panorama intelectual de Octavio Paz, él consagró un lugar muy especial a las artes visuales. Fue heredero y protagonista de las vanguardias del siglo XX como poeta. Fue amigo cercano y conocido de muchos de los artistas que hay aquí”, añade Tajonar.

Así, junto a la obra de André Breton queda la descripción de Paz de su amigo francés: “amaba la novedad y la sorpresa en arte, pero el término invención no era de su gusto; en cambio, en muchos de sus textos brilla con luz inequívoca el sustantivo revelación”.

Y de Juan Soriano: “Su conversación era un surtidor de fuegos de todos los colores, algunos quemantes; su pintura tenía la poesía de los patios de altos barandales por donde se asoman, ojos grandes y moños enormes, niñas con cara de vértigo”. Esto junto a su cuadro “Niños con palomas” (1942).

A diferencia de otras muestras, “En esto ver aquello” no guarda un orden cronológico, sino que es una exposición “estructurada de forma diacrónica y sincrónica para mover fronteras geográficas y también el tiempo”.

“Combina el arte prehispánico con el arte tántrico, con el arte europeo del siglo XX, con el arte norteamericano de la segunda mitad del siglo XX, con el arte mexicano del siglo XX…”, explica Rajonar.

En los distintos espacios del Palacio se divide la sala obertura, la final y dos grandes capítulos, que se subdividen en cinco núcleos temáticos como “El cubismo y Picasso”, “La sonrisa de Eros” “Mestizaje y Milagro”, “Las dos conquistas: la de las armas y las de las almas”, entre otros.

Todas ellas recopilan las temáticas que Paz adoptó en su obra como el erotismo, el choque de civilizaciones hispánica-prehispánica (contenido de su obra cumbre “El Laberinto de la Soledad”), La India (el país que amó y del que fue embajador) o el indigenismo mexicano.

Hay un pequeño rincón dedicado al amor de su vida, Marie José Tramini, con su cuadro “La pasión mariposeante” (1995), a quien describió como una mujer que “corta y recorta, pega y despega, raspa y alisa, pinta y repinta, hace, deshace y rehace hasta que todos esos trozos se juntan sobre una cartulina y, atraídos por el imán de la imaginación, forman configuraciones de colores y ritmos”.

Fue la propia Marie José quien apoyó desde el comienzo la muestra, cuenta Rajonar, e incluso le dio título, al tomar la frase de un texto dedicado al grabador francés Rodolphe Bresdin que decía: “La operación poética esencial: en esto, ver aquello”.

El director del museo, Miguel Fernández Félix, dijo que el conjunto de las obra exhibida proviene de 96 museos y particulares, nacionales y extranjeros, como la Fundación Joan Miró de Barcelona, San Francisco Museum of Modern Art, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía o la Tate Britain.

Estos “aceptaron participar por la figura de nuestro gran premio nobel mexicano” y su “sí” ha permitido que pueda verse junta obra tan relevante, algo que “pocas veces tiene uno oportunidad de ver en la vida”, comentó. EFEUSA