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Nueva York, 19 ago (EFEUSA).- El arte ha sido a través de la historia una herramienta para expresar estados de ánimo, amor o las atrocidades de la guerra, pero también una voz desde la reclusión para los presos del país, algunos tan conocidos como Charles Manson o Anthony Papa, que por primera vez exhiben sus obras en Nueva York.

“Escaping Time: Art from U.S. Prison” reúne más de 200 piezas de hombres, mujeres y adolescentes en cárceles de EE.UU, entre ellas de reos en el corredor de la muerte, que a través de sus obras cuentan sus historias, sobre sus creencias religiosas, de sus familias, de aquellos a los que admiran o por lo que luchan.

“A través del arte pude trascender lo negativo de estar en una prisión. Me ayudó a mantener mi humanidad y dio significado a mi vida”, aseguró a Efe Anthony Papa, exprisionero neoyorquino, conocido ahora por sus obras, su activismo en temas de justicia criminal y escritor.

Las obras fueron seleccionadas por Safe Street Arts Foundation, cuya meta es la rehabilitación a través del arte, que organiza exhibiciones de los reos, y que trajo por primera vez a Nueva York, donde estarán hasta el 27 de septiembre en la Isla de los Gobernadores.

Todas las obras están acompañadas por un texto del autor y están a la venta, a excepción de las de Charles Manson, cuya autoría no está cien por cien demostrada, pero que en los dibujos atribuidos a y firmados por él no muestra indicios de rehabilitación, sino que abunda en un imaginario tétrico de una sexualidad violenta.

Un caso muy diferente al de Papa. “Yo pintaba día y noche. Comía, dormía y bebía arte”, indicó el artista, de origen puertorriqueño, que tras cumplir 12 años en Sing Sing, de máxima seguridad, logró un perdón del gobernador George Pataki, en 1996.

Papa fue sentenciado a entre 15 años y cadena perpetua en su primera ofensa, bajo las draconianas Leyes Rockefeller, -que posteriormente fueron enmendadas- por entregar, a cambio de 500 dólares, un sobre con 4 onzas de cocaína a una persona que resultó ser un agente.

El activista descubrió su talento en la cárcel a través de un confinado, a quien recuerda como el mejor retratista de Sing Sing.

Un día mientras caminaba hacia su celda y siguiendo el olor a pintura llegó hasta el recluso “Indio” y se quedó mirando lo que hacía, pese a que “una regla no escrita en prisión es que tu no miras directamente la celda de otro hombre. Es una falta de respeto, una invasión”, recordó.

Papa, cuyas pinturas e instalaciones son atracción principal en esta muestra, salió de allí con un pincel, papel, algunas acuarelas y la promesa de “Indio” de enseñarle.

“En un lugar como la prisión necesitas de un significado y propósito en tu vida para sobrevivir. Como una persona libre, mientras pinto, siento lo mismo”, afirma quien usa ahora su trabajo como herramienta en contra de la guerra contra las drogas.

En una reciente columna con motivo de esta exhibición indicó que “al igual que el ‘Guernica’ de Picasso o ‘Los fusilamientos del 3 de mayo’ de Goya, que con fuerza muestran las atrocidades de la guerra, mis instalaciones muestran el impacto de la guerra a las drogas en EE.UU”, que ha llevado a muchos como él a prisión.

Su trabajo se dio a conocer luego de que el Museo Whitney exhibiera en 1995 su pintura más conocida “15 to Life”, que logró una crítica favorable.

Papa plasmó su experiencia en prisión en el libro “15 to Life: How I Painted My Way to Freedom” (2004), que pronto será llevado al cine, con un guión escrito por Mike Jones.

En un recorrido por la exhibición se descubren obras como “Solidaridad”, de Demetrius Bailey, que creció sin un padre, con una madre adicta, en la calle y hogares de acogida y que afirma en su carta que en la prisión, en Carolina del Sur, ha tenido tiempo para reflexionar, arrepentirse, olvidar, y “refinar” su talento.

No faltan los dibujos, los paisajes, los temas religiosos ni el arte abstracto de Michael Jewell, de 17 años y una sentencia de trece, quien asegura que estar en prisión es lo que ocurre cuando un niño crece sin dirección, sin que alguien se preocupe por él.

“A veces está bien darle voces a ‘los villanos'”, señaló Jewell sobre la exhibición.EFEUSA