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Miami, 29 mar (EFEUSA).- El arte hecho por niños sirios en campos de refugiados de Oriente Medio llegó hoy a Miami como una reflexión sobre la crisis humanitaria que afecta a millones de personas y sobre cómo la pintura les ofrece a esos menores una esperanza en el horror en que viven.

La idea de la exposición “Refuge in Paint” (Refugio en pintura) es “devolverle la niñez” a estos menores de ocho años que han visto morir o torturar a sus parientes y destruir sus hogares, explicó a Efe Samantha Robinson, fundadora de Awareness & Prevention Through Art (aptART), que organiza la muestra.

“El arte es una forma de devolverle su niñez, de hablarles de esperanza, del futuro”, agregó Robinson sobre este proyecto que lleva a artistas voluntarios y colores a los niños sirios en refugios de Turquía, Iraq y Jordania.

Señaló que estos jóvenes artistas, como cualquier niño, solo quieren pensar en cosas “placenteras, no en los eslóganes de la guerra, de las fuerzas armadas, de los gobiernos, del grupo terrorista Estado Islámico (EI)”.

“Son unos niños que están en la oscuridad y no tienen motivos para vivir, y luego tú puedes soñar una mejor realidad, un mejor mundo, un mejor futuro, esa es la importancia del arte para estos niños que viven en una horrible pesadilla”, dijo por su parte a Efe Nour Hunaidi, una siria de 26 años que escapó de Siria en 2013 y ahora estudia en Miami.

La exposición muestra al inicio la penumbra de la destrucción de la guerra, los campos de refugiados como las “prisiones” que son y el desespero de la huida por mar, y, al final, las coloridas pinturas con los sueños de los niños en estos campamentos.

A diferencia de una mirada de “depresión, tristeza, sangre muertes, estrés, lo que estos trabajos muestran es pura esperanza”, explicó Myrta Domit, organizadora de “Refuge in Paint”, que se inaugura hoy en el Museo de Arte de Latinoamérica de Nader (NAMLA, en inglés), en Wynwood (Miami).

Robinson señaló además que la muestra busca “amplificar” las voces de los refugiados sirios y los ciudadanos sirios en general “como un todo, no los actores políticos, sino ellos mismos a través de arte”.

“Es arte hablando en una manera humanitaria, la voz de los niños sirios desplazados y refugiados hablando especialmente en un momento en que son llamados terroristas”, señaló Domit.

“Un campo de refugiados es una prisión donde uno no puede salir por un helado, están presos, tienen algo de comer y donde dormir, pero no tienen vida”, lamentó.

Además del arte de los niños, que estará a la venta, habrá obras de artistas locales, algunos de los cuales han visitado los campos de refugiados, que serán subastadas para ayudar con estas “intervenciones artísticas” en Oriente Medio.

Entre los artistas están Romero Britto, Ernesto Maranje, Peter Tunney y el famoso dúo de artistas de la calle de Alemania Herakut, que participan activamente en los proyectos de pintura con los niños.

Hunaidi dijo que mejor que decirle a la gente que hay una guerra en Siria, es invitarla a ver esta exposición, que estará abierta hasta el próximo domingo, para que sean testigos de cómo la vida de estos niños ha “estado suspendida” y que el arte es una herramienta “muy poderosa para darle color a sus vidas”.

La inmigrante, quien recordó que durante un año y medio tuvo miedo de morir por “una bala, una tanque, un ataque aéreo, una explosión o un suicida”, dijo que es importante que haya conciencia del conflicto en Miami, donde vive un centenar de familias refugiadas sirias.

“Cuando pasé en 2013 la frontera con Líbano abrí la puerta del carro y pensé ‘ahora puedo respirar de nuevo, ser un ser humano de nuevo'”, relató sobre su experiencia.

Este mes Siria cumplió el sexto aniversario de una guerra con más de 321.000 muertos y millones de refugiados, cuyo fin es difícil de vislumbrar, en medio del avance sobre el terreno de las fuerzas leales al presidente Bachar al Asad y de intentos de negociación hasta ahora fallidos. EFEUSA