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Los Angeles Dodgers Matt Kemp (R) celebrates with closer Kenley Jansen (L)at the end of the game two against the St. Louis Cardinals during the National League Division Series at Dodger Stadium in Los Angeles, California, USA, 04 October 2014. Kemp hit a game winning solo home run and the Dodgers won 3-2 to even the best of five series at 1-1. (EEUU, Estados Unidos)
Los Angeles Dodgers Matt Kemp (R) celebrates with closer Kenley Jansen (L)at the end of the game two against the St. Louis Cardinals during the National League Division Series at Dodger Stadium in Los Angeles, California, USA, 04 October 2014. Kemp hit a game winning solo home run and the Dodgers won 3-2 to even the best of five series at 1-1. (EEUU, Estados Unidos)
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Houston (EEUU), 9 oct (EFE).- La eliminación de los Dodgers de Los Ángeles y los Nacionales de Washington, en sus respectivas series de división del “Viejo Circuito”, tuvo el mismo denominador común, ninguno de los dos equipos puso el bate oportuno cuando más lo necesitó.

Es cierto que los multimillonarios Dodgers fueron construidos con la misión de ganar una Serie Mundial, no sólo de llegar a fase final, pero los Cardenales de San Luis les demostraron por segundo año consecutivo que en el campo el dinero no cuenta, si los resultados.

Remontaron una desventaja de nueve juegos y medio en la División Oeste de la Liga Nacional para conquistar el banderín por segundo año consecutivo, consiguieron la ventaja de locales para la serie de división, pero ahí llegaron todos sus logros y como el año anterior quedaron eliminados en la competición de octubre.

Los Dodgers perdieron 3-1 la serie ante los Cardenales con el abridor estelar Clayton Kershaw, probable ganador del trofeo Cy Young de la Nacional, que volvió a permitir un jonrón que significó la diferencia en la séptima entrada.

El pasado año, los Cardenales se impusieron en la Serie de Campeonato, y Kershaw ofreció una actuación mala en el encuentro definitivo, mientras que este le faltó la ayuda de la ofensiva.

No era el final buscado por la directiva de un equipo, que, al cierre de la temporada regular, tenía la nómina más alta de las Grandes Ligas –256 millones de dólares–, y que su eliminación alarga a 27 años sin estar en la Serie Mundial.

Los Dodgers tendrán que tomar algunas decisiones complicadas, incluida una que implica la reestructuración del bullpen y otra que abarca la discusión de un nuevo contrato con el campocorto dominicano Hanley Ramírez, muy propenso a las lesiones.

El cuerpo de relevistas, que incluía a tres extaponeros electos para el Juego de Estrellas, tuvo siempre problemas a la hora de mantener un puente entre el trabajo de los abridores Kershaw, Zack Greinke y el surcoreano Hyun-Jin Ryu, y la labor del cerrador Kenley Jansen, especializado en la recta.

De ahí que la fase final se mantiene como una pesadilla para los Dodgers, que ganaron la División Oeste con una ventaja de seis juegos sobre los Gigantes de San Francisco.

Ahora, los Gigantes están en la Serie de Campeonato al ser verdugos de los Nacionales y los Dodgers deberá digerir otra derrota desalentadora, durante un invierno que se presiente largo y difícil.

Lo mismo que les sucederá a los Nacionales, que por segunda vez en tres años, ganaron el mayor número de partidos en la Liga Nacional y se despidieron de los “playoffs” en la primera serie.

Ahora encaran unos meses en los que se cuestionarán las decisiones del manejador Matt Williams, además de interrogantes sobre el roster, entre ellas la futura posición de Ryan Zimmerman, si deben ofrecer extensiones de contrato de largo plazo a Jordan Zimmermann y Ian Desmond y cómo reforzar una ofensiva que falló de nuevo en octubre.

La marca de 96-66 con el piloto novato Williams, permitió a Washington ganar el título de la División Este, 17 juegos de diferencia sobre sus dos escoltas inmediatos, y el mejor récord del circuito.

Sus lanzadores lideraron las mayores con un promedio de efectividad de 3.03. Zimmermann, quien tiró un juego sin hits en el último juego de la campaña regular, se destacó en una formidable rotación conformada por Stephen Strasburg, Doug Fister, Gio González y Tanner Roark.

Aunque la alineación no tuvo a nadie con números excepcionales, lograron quedar terceros en carreras en la liga.

Pero la historia fue distinta en la fase final y al igual que en 2012, año en el que ganaron 98 juegos, los Nacionales perdieron ante el clasificado como comodín.

El pitcheo respondió, ya que Washington y San Francisco anotaron nueve carreras cada uno en la serie. Sin embargo, las decisiones que tomó Williams con sus relevistas no han dejado contentos a muchos y si demasiadas interrogantes.

Pero el principal problema que tuvieron los Nacionales en el los “playoffs” fue la falta de producción de carrera.

Los únicos bateadores que rindieron ante los Gigantes fueron el jardinero izquierdo Bryce Harper y Anthony Rendón, quien desplazó de a Zimmerman como el antesalista del equipo en 2014.

Rendón bateó para .400 en la fase final. Harper lo hizo para .368 con tres jonrones y cuatro remolcadas, lo cual suscita otra interrogante sobre la decisión de Williams de ponerlo en el sexto turno.

Pero el jardinero derecho Jayson Werth y el primera base Adam LaRoche, tercero y cuarto al bate, respectivamente, se desaparecieron. Entre los dos batearon dos hits en 35 turnos, con un par de sencillos y nueve ponches.

El jardinero central Denard Span, Desmond y el cátcher Wilson Ramos conectaron siete imparables en 54 turnos (.130) con 15 ponches, sin extrabases y sin remolcar carreras.

Cuando lleguen los entrenamientos de pretemporada en Florida, a partir de febrero, los Nacionales deberán determinar el motivo sobre el porqué un equipo tan exitoso en la campaña regular no logra responder en la fase final, si encuentran la respuesta correcta, seguro que estarán más cerca de la Serie Mundial.EFE