Este 4 de noviembre hay muchas cosas por las que deberemos votar. No sólo por el nuevo Presidente, sino también por numerosas proposiciones que afectarán de una u otra manera la vida de los residentes de este país en general y del estado de California en particular.
Una de ellas es la Proposición 8 que busca dar reversa a la decisión de la Corte Suprema de Justicia de California, que otorgó en junio de este año, el derecho a las parejas de personas del mismo sexo, contraer matrimonio.
El tema sin duda es controversial. Algunos grupos conservadores buscan que los votantes definan el matrimonio como el compromiso que establecen un hombre y una mujer.
La lucha de la comunidad homosexual ha sido larga y durante décadas han buscado el reconocimiento de la sociedad para poder otorgar a las parejas el mismo derecho que otras tienen para disfrutar de los beneficios de seguridad social, herencia y otros beneficios sociales.
A pesar de las diferencias de opinión, las personas deben tener el derecho de enamorarse y de vivir con quien mejor les parezca. El gobierno no tienen porque meterse en la vida privada de los ciudadanos y decidir de quien puede uno enamorarse.
Una cosa son las creencias personales y otra muy diferente meterse en los asuntos privados de los demás. Dejemos que las parejas vivan como y con quien prefieren.