Lo que debería saber cada uno de los usuarios de “teléfonos inteligentes” y computadoras es que quienes inventaron esos aparatos no perdieron su tiempo “texteando” y jugando con las pantallas digitales. La verdad es que muchos de ellos se la pasaron estudiando matemáticas y ciencias.
No está mal jugar con la tecnología. Pero si queremos avanzar hacia una sociedad más justa y equilibrada, tenemos que invertir más tiempo y recursos en la educación.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó hace unos días a empresarios y ciudadanos a invertir en educación para mantener el liderazgo tecnológico del país en las próximas décadas.
“Si queremos que los próximos avances tecnológicos (…) ocurran aquí, no en China o en Alemania, sino en EE.UU., debemos invertir en investigación y tecnología, en el trabajo de nuestros científicos y nuestros ingenieros”, declaró el mandatario estadounidense.
Pero esto no ocurrirá, si no se abarata el acceso a la educación superior y tecnológica, y no solamente el precios de los “gadgets” que suelen distraer demasiado la mente de los jóvenes.